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jueves, 27 de marzo de 2025

CONTAMINACIÓN DE ACEITES HIDRÁULICOS, LA MUERTE SILENCIOSA DE LA MÁQUINA

Suciedad aparecida en el
circuito hidráulico de tractor
CONTAMINACIÓN DEL CIRCUITO HIDRÁULICO

En un circuito hidráulico aparece gran cantidad de sellos de tóricas, labios,  que pueden ser las puertas de entrada de contaminación desde el exterior: Polvo, pintura, fibras, viruta… son los contaminantes más habituales, incluso la humedad puede contaminar el aceite hidráulico. Y contaminación, a la postre, significa averías.

Efectos de la contaminación: Cada partícula de suciedad en el fluido actúa como una "piedra de afilar en miniatura"; a medida que pasa a través de los conductos ajustados de la bomba, válvulas y actuadores puede rayar las superficies, y producir nuevas partículas. Un círculo vicioso que finaliza en grave avería. Y es que los circuitos hidráulicos se diseñan con tolerancias de ajuste mínimas. Si la suciedad invade el circuito aparecerán holguras que implican fugas internas. Con las fugas se apareja el desperdicio de energía, la generación de calor adicional, la pérdida de eficiencia de bombas, cilindros y motores; además con las fugas se disminuye la capacidad de las válvulas para controlar el flujo y la presión con precisión.

De tamaños, una comparativa que ayuda a visualizar el problema: La partícula sólida más pequeña que se puede ver a simple vista podría ser el polvo fino que se acumula en los objetos. Ese polvo fino tiene un diámetro entre 50-100 micras µm (<0,01 mm) Para hacernos a la idea, una moderna válvula electrohidráulica dispone de tolerancias tan pequeñas que incluso se habla de 10 µm

Por la naturaleza de diseño del circuito hidráulico, no se necesita mucha contaminación para que el mismo quede inutilizado.

FUENTES DE COTAMINACIÓN

Los sistemas hidráulicos del tractor están cerrados, es decir que cada vez que se requiere se recircula el mismo fluido. Pero, si el circuito es cerrado ¿por donde entran los contaminantes?

Desgraciadamente sí que existen varias fuentes de contaminación que alterarán el funcionamiento del circuito:

Contaminación desde el exterior: Cuando el circuito ya está en funcionamiento, es relativamente sencillo que se introduzcan contaminantes a través de sellos de caucho, tubos de llenado de fluidos o tapas de ventilación del depósito.

Contaminación por desgaste: El propio uso genera desgaste de los componentes del sistema. El sistema hidráulico contiene muchas piezas y sellos metálicos que van ajustados, pero existiendo un movimiento relativo entre elementos que a la postre producen desgastes y más hasta que se completa el período de "asentamiento". A partir de este “asentamiento”, la tasa de generación de contaminantes tiende a disminuir.

Contaminación en el mantenimiento: La pelusa y la suciedad pueden entrar en el sistema cuando se abre. También recomendamos no desdeñar la suciedad que se puede añadir cuando se reponen niveles desde latas sucias y el poco cuidado que en general se presta en el proceso de vertido del aceite dentro de la máquina.

Contaminación en la fabricación: Es cierto que los fabricantes de tractores cualificados, son cada vez más conscientes de este problema de fuentes de contaminantes en sus líneas de fabricación y ensamblado. Hoy prima la limpieza, el desengrase y el lavado de las piezas antes de montarlos, así como incluso la revisión del sistema hidráulico antes de que el tractor llegue incluso a salir de fábrica. Pero también hay casos en los cuales el fabricante no es tan celoso y eso se manifiesta en la vida de algunos componentes.

¿Y los filtros?

Efectivamente, para evitar que la contaminación circule por el circuito se disponen de una línea de seguridad con varios filtros. Los filtros son muy efectivos, pero no infalibles y sobre todo, cuando se colmatan dejan de cumplir su función.

TRACTOR E HIDRÁULICA

No es lo mismo (De ayer y de hoy): No es lo mismo un tractor de hace 40 años, que uno actual. Los circuitos hidráulicos han evolucionado en la línea de aumentar la presión y los caudales hidráulicos. Más presión y más caudal requiere que las tolerancias de los componentes que intervienen sean más ajustadas.

Un detalle curioso, obsérvese como en los últimos 40 años, el tamaño del tractor apenas ha cambiado con respecto a la potencia de salida del mismo, y eso que el incremento de potencia ha sido considerable. Hoy podemos ver de tractores de 100 CV de hace 40 años con más “mueble” que uno actual de 150 CV. Eso significa que la proporción tamaño/potencia se ha hecho mucho más pequeña, se ha reducido mucho. Y esto trae consecuencias: menos espacio disponible para los componentes hidráulicos.

Si hace años, con eso de que “los fluidos caben por cualquier sitio”, los componentes hidráulicos ya estaban “apretados”; ahora, con mucho menos espacio para ellos, se les dota de más presión y se les pide más caudal. 

¡Lo que cuesta mover un cilindro!: Veamos el ejemplo de un tractor moderno con 100 CV y  con una bomba de 100 L/min a 180 bar…

La potencia (en kW) demandada para desplazar un humilde pistón hidráulico no es desdeñable. Si la potencia es el producto del caudal (L/min) por la presión (bar) (dividido por 600 para homogeneizar unidades) se obtiene que:

P (kW) = (100 x 180) / 600 = 30 kW

Es decir, que unos 40 CV, el 40 % de la potencia máxima del motor se ha ido en mover el "humilde pistón".

Los ingredientes de la “tormenta perfecta” se siguen reuniendo. Un aumento de la densidad de potencia (capacidad de potencia en relación con el tamaño del sistema) de los sistemas hidráulicos actuales conduce inevitablemente a una mayor temperatura del sistema.

Aumentar la temperatura significa por una parte a disminuir la viscosidad del fluido y por otra a aumentar la oxidación de los aceites hidráulicos (a su vez eso se traduce en una mayor producción de lodos).

Los lodos contribuyen a obstruir orificios, válvulas y en general a hacer que pistones y cilindros tengan un peor funcionamiento.

Siguiendo “horadando” en los problemas que pueden traer la falta de espacio disponible en relación con la capacidad del sistema hidráulico, es que se puede llegar a tener menor capacidad de aceite. Cualquier contaminante en el sistema, circula con mayor frecuencia, tiene más oportunidades de causar daños al mismo. Un aceite a más velocidad de recirculación significa que no tiene tiempo para que las partículas se depositen en el fondo, están más tiempo en suspensión, pueden causar más estragos... y en un tiempo récord.

¡Más presión!: Si hace 40 años manejar circuitos hidráulicos a una presión de 150-160 bar era lo común, ahora se llega a los 200 y 210 bar.

¡Más caudal!: Si hace 40 años, el máximo caudal de aceite circulando por el circuito podía suponer que todo el aceite del hidráulico se recirculara cada 3 minutos. Ahora con mayores caudales y menores depósitos ese tiempo se reduce a 2 o incluso a 1 minuto. 

CILINDROS HIDRÁULICOS 

Uno de los problemas aparece por la heterogeneidad de los cilindros hidráulicos y sus condiciones de funcionamiento (presión y caudal) pero también de las condiciones de servicio de los tractores. Se trata de un problema real, incluso hoy, en la fiebre, necesaria, de la normalización, no se encuentra un estánar que defina presión y caudal del sistema de servicios externos del tractor.

Cilindros remotos

Imagínese que un cilindro haya sido diseñado para ser usado con poco caudal y alta presión, y se conecta a un tractor que dispone de un circuito de alto caudal, pero presión baja. El resultado será una respuesta no acorde con el diseño con el que se hizo el cilindro y puede ocurrir, por ejemplo, que si el cilindro no tiene carga se aprecia que su extensión se hace de forma muy rápida, mientras que si el mismo cilindro tiene carga entonces la extensión pueda ser muy lenta o incluso no extenderse porque la presión proporcionada por el tractor no es suficiente.

Otro escenario puede ser el contrario, el de un cilindro que haya sido diseñado para sistemas de baja presión y alto caudal, pero el tractor proporciona mucha presión y menor flujo que la especificación de diseño del cilindro; en este caso el usuario observará que el pistón se extiende lentamente e incluso, si la carga aumenta, se puede dar el caso de que la presión interna es más elevada que la de diseño y se puede llegar a destruir el cilindro.

COMPARTIENDO APEROS

Un amigo dispone de un John Deere, otro amigo es propietario de un New Holland, nosotros confiamos en el Massey Ferguson... A pesar de que cada cual tiene su tractor, lo que hacemos es compartir aperos. Y ya llegó el problema.

Cuando el distribuidor deja paso al aceite, se ponen en contacto el aceite del circuito de la máquina con el aceite del tractor ¿Y qué pasa si ambos aceites son diferentes? ¿y qué ocurre si un aceite está contaminado por suciedad o incluso virutas? Los aceites se mezclan, en algunos casos solo hablamos de aceites sucios que se unen a aceites más limpios, pero en el peor de los casos hablamos incluso de aceites muy diferentes que pueden dar lugar a reacciones indeseadas e incluso a precipitados que ocasionan la rápida avería en el tractor.

Trituradoras, desbrozadoras, despuntadoras, son de los
aperos que más se comparten
Circuitos de centro cerrado y centro abierto: Y se suma al problema el propio concepto de construcción del circuito hidráulico: centro abierto o centro cerrado.

Normalmente los tractores de centro cerrado tienen “fama” de ser más “puntillosos” a la hora de compartir aperos. Las características propias del diseño del centro cerrado, su bomba de pistones, les hace ser quizá más específicos que los de centro abierto que suelen ser “más generalistas”.

By: Catalán Mogorrón, H.

Copyright © Más que Máquinas. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte del autor.

miércoles, 10 de abril de 2019

¿Y TÚ, QUÉ HACES CON EL ACEITE USADO?

"Gran Carena" en la joya de Benjamin
ACEITE USADO: UN RESIDUO PELIGROSO A LA PAR QUE VALIOSO
Los aceites industriales, aceites de motor, transmisión, hidráulico, dirección, frenos… son imprescindibles para el buen funcionamiento de la maquinaria agrícola, sin embargo se convierten en un residuo peligroso y contaminante cuando al final de su vida útil no sabemos qué hacer con ellos.
Quizá por negligencia o por desconocimiento, una gestión inadecuada puede derivar en graves daños medioambientales.
Las particularidades del mundo agrícola, en el cual es habitual que el propio agricultor haga los cambios de aceite y filtros, así como que no siempre se disponga de un punto limpio cercano para llevar los residuos origina una casuística que puede llegar a ser peligrosa para el medio ambiente. Afortunadamente los agricultores españoles es un colectivo cada vez más concienciado en el buen proceder referente a residuos tóxicos y peligrosos. Lo normal es hacer las cosas bien, pero también existen irresponsables (léase incineración incontrolada o vertidos en suelo o agua)
Los aceites son tóxicos y eso les confiere alta peligrosidad; apenas son biodegradables y se pueden acumular en los seres vivos.
¡Qué pasada!: 1 L de aceite contamina hasta 1 ML de agua. 5 L de aceite quemados en una estufa o al aire libre puede contaminar hasta 1 M m3 de aire con elementos como plomo, fósforo, cloro...

ENCUESTA ENTRE AGRICULTORES
Se me ocurrió hacer una encuesta entre agricultores y lo hice tanto en una aplicación que se usa mucho en el medio agrícola; me refiero a la red social Facebook  y en algún grupo de agricultores de Wasap.
La pregunta era sencilla, ¿qué haces con tu aceite usado? y la participación numerosa, hasta 125 personas. Además, para intentar que las respuestas no se “desparramasen” propuse una serie de opciones como respuestas a la propia pregunta. He aquí tanto las respuesta opcionales como la frecuencia de su elección:
  • Lo llevo a punto limpio: 56 %
  • Los recoge empresa autorizada: 32 %
  • Lo guardo en depósito y no sé que hacer con él: 4 %
  • Lo tiro a la cuneta o donde mejor venga: 3 %
  • Lo uso para quemar restos de poda: 2 %
En el lado positivo: En diferentes zonas existen puntos limpios que según la geografía nacional se denominan así o de formas similares como ecoparques, o dejadería (deixadería)
Lo que ocurre es que en el mundo agrícola no siempre se tienen estos puntos cerca de las naves de guarda de la maquinaria. Así que se necesita ser muy ordenado y disponer de un correcto almacenaje de estos productos para poderlos depositar en sitio seguro para su reciclaje cuando corresponda. Es de destacar que algunos agricultores hablan de hacer incluso más de 30 km para llegar al punto limpio más cercano.
También hay muchos otros agricultores que optan por dejarlo en talleres que a su vez están adscritos a alguna empresa de reciclaje. Esta solución es ideal, pero para ello se debe tener una buena relación con el taller. Si el taller sabe que el pequeño mantenimiento lo haces tú pero que aún así eres un buen cliente no podrá impedimento a que le dejes depositado el aceite usado en sus instalaciones acondicionadas para ello.
Otra opción es llevar el aceite viejo a su proveedor de aceite nuevo para que sean ellos los que gestionen la retirada. Esta opción es muy efectiva y que también sirve para otros elementos como filtros de aceite, baterías y neumáticos.
Algunas Comunidades Autónomas disponen de una gestión ambiental que permite al agricultor juntar una cantidad grande, 600-1000 litros, y cuando avisas telefónicamente un camión cisterna viene a recogerlo. Esta opción permite que el agricultor disponga de un documento oficial que incluso se puede reflejar en los cuadernos de campo o bien mostrar si en alguna ocasión el Seprona se persona en tus instalaciones para que justifiques el reciclaje.
En el lado negativo: La irresponsabilidad hace que haya quien lo usa para matar plantas como pinos, encinas o zarzas; así se "deshacen" de árboles para lo cual no tienen permiso y, una vez muertos, la Administración no pondrá cortapisas a su tala.
Existe quien lo vierte en los montones de sarmientos de viñas u otros restos de poda antes de proceder a su incineración, pero es infrecuente y en todo caso se trataría de un pequeño volumen. También es anecdótico el pequeño volumen que se puede usar para engrasar la cadena de la motosierra, o para los filtros de aire húmedos o las cadenas de los carros del estiércol.

¿Y LOS TALLERES COMO LO HACEN?
La normativa sobre aceites usados que se recoge en el RD 678/2006 exige una serie de obligaciones para regular la gestión de aceites usados industriales. La normativa dice que son los fabricantes o los importadores de lubricantes los responsables de gestionar de forma correcta los aceites usados.
Los fabricantes disponen de medidas para llevar a cabo esta labor y cumplir la normativa. En España lo más habitual es que las empresas fabricantes o importadoras pertenezcan a una SIG (Sistema Integrado de Gestión) que es la que se encarga de estas labores.
SIGAUS: En España el 90 % del mercado de empresas fabricantes o importadoras de aceites pertenecen concretamente a SIGAUS. Un porcentaje que implica a 200 compañías y unas 500 marcas. SIGAUS es por tanto un sistema integrado de gestión de aceites usados, que se encarga de garantizar la recogida y correcto tratamiento del aceite industrial usado de toda España. Para cumplir su objetivo SIGAUS dispone de una red para cubrir todas las fases del proceso desde la recogida al tratamiento final.
SIGAUS es una entidad sin ánimo de lucro y por lo tanto no obtiene ningún beneficio económico de la actividad. Los ingresos que obtiene desde las empresas que se adhieren (fabricantes e importadores de aceites) los emplea en hacer una correcta gestión de los aceites.
Aquellas empresas que no pertenecen a una SIG pueden hacerlo de forma individual.
Algunas cifras: En España se generan unas 150.000 toneladas de aceites usados (vehículos, maquinaria, industria).
Los talleres mecánicos representan el 55 % del consumo de aceite. Hay unos 400.000 talleres censados oficialmente en nuestro país.
Una empresa como SIGAUS se compromete a la recogida de los aceites usados en cualquier taller mínimo una vez cada 6 meses.
Los fabricantes o importadores y distribuidores de aceites
Ya que son ellos los que inician la cadena al poner el producto en el mercado, la legislación europea vigente les encarga de ser ellos los que deben recoger y gestionar el aceite usado eso si, repercutiendo la financiación hasta el consumidor final. Es un caso similar al de los neumáticos o baterías. El fabricante puede hacerlo de forma individual o participando en un sistema integrado de gestión SIG.
Una empresa fabricante o importadora garantiza la recogida y la correcta gestión de una cantidad de aceite usado directamente proporcional a la cantidad de aceite industrial nuevo que pone en el mercado. La adhesión de una empresa al SIG se hace con un contrato.
Financiación del reciclado: Las empresas adheridas a la SIG realizan un aporte económico por kilogramo de aceite comercializado; a su vez el fabricante repercute ese importe en su aceite nuevo que vende al consumidor final, en torno a 0,1 €/kg de aceite, y a su vez el fabricante repercute ese importe en su aceite nuevo vendido al consumidor final. Es decir que cuando se compra una lata de aceite ya se sabe que se está pagando una cantidad para financiar las actividades de recogida y gestión del aceite al fin de su vida.
PROCESO DE REGENERACIÓN
La regeneración consiste, partiendo de aceites usados, en obtener o bien bases lubricantes u otros productos.
El proceso de regeneración se inicia con el debido almacenamiento temporal en talleres mecánicos o puntos limpios adscritos a la red.
Unos camiones cisterna son los que se personan en esos talleres o puntos limpios para retirar los aceites usados y llevarlos a unos centros de almacenamiento temporal o centros de transferencia. En estos centros se realizan determinados análisis para delimitar la composición de los mismos y así poder darle una ruta a su destino final.
Desde aquí de nuevo con cisternas pero ahora de gran tamaño se llevan a los centros de tratamiento final. Una vez allí la gran mayoría se destina a su refino. En este proceso de refino se elimina agua, sedimentos, aditivos, metales pesados…
Una fracción mayoritaria, en torno a 2/3 del aceite usado, se usa para regenerar. Es de aquí de donde se van a extraer las bases lubricantes que se utilizarán en la formulación de nuevos aceites (ver: aceite motoraceites de transmisión; mantenimiento y aceite . Las bases lubricantes son el producto esencial para la fabricación de nuevos aceites. La base lubricante en realidad representa hasta el 85 % de los componentes de un nuevo aceite.
El tercio restante se reciclan bien para producir otros materiales como betún asfáltico para telas impermeabilizantes o para pinturas o asfalto de carreteras. O también otro porcentaje se destina a ser utilizado como combustible de uso industrial en centrales térmicas o cementeras u hornos o equipos marinos…
¡Espectacular!: Mientras que con 3 litros de aceite usado se obtienen unos 2 litros de base regenerada, para obtener un litro de aceite nuevo a partir del primer refino del petróleo se necesitan unos 140 litros (datos de la Agencia norteamericana para el medio ambiente EPA) Las emisiones de CO2 son hasta un 40 % inferiores al producir aceite nuevo procedente de la regeneración que con la obtención de bases desde el refino de petróleo.


viernes, 29 de junio de 2018

“PORQUE NO ENGRASO LOS EJES ME LLAMAN ABANDONAO” O EL PAPEL DE LAS GRASAS EN LA LUBRICACIÓN DE LA MAQUINARIA AGRÍCOLA

"Porque no engraso los ejes me llaman abandonao"
ACEITES Y GRASAS FRENTE A FRENTE
Si la grasa no destaca por su volumen si que lo hace por su importancia en un buen mantenimiento de la maquinaria agrícola. En realidad el uso de la grasa como lubricante se remonta a muchos siglos antes que el del aceite estando a la par que la invención-utilización de la rueda.
Las primeras grasas estaban fabricadas con aceites minerales o grasas de origen animal y apenas evolucionan hasta la revolución industrial, pero a partir de ahí la formulación de las grasas ha ido evolucionando a la par que las exigencias lubricantes de las máquinas.
Esto fue lo que me pasó hace unos días. Sé que te costará creerlo, pero... Me refiero al privilegio que tuve de escuchar un hecho “insólito”: ¡asistí a una conversación entre una grasa y un aceite!
Ocurrió tal y como lo cuento. Caminaba yo hacia el garaje donde guardo los tractores. Me percaté de que alguien hablaba, por eso me paré a escuchar. La conversación provenía del interior del garaje. Pude observar, un pequeño agujero me lo permitió, y escuchar la conversación que en esos momentos mantenían un bote de grasa y unas latas de aceite. Esto es lo que oí antes de que interrumpieran el diálogo por detectar mi presencia:
La grasa: Mi historia, nuestra historia, es realmente antigua, nada que ver con vosotros, derivados del petróleo, que sois unos advenedizos. Los antiguos egipcios ya nos usaban. Y si, es cierto que tenéis algunas buenas cualidades. No lo voy a cuestionar, pero otras…
La canción se interrumpe con la voz de alguien más que entra en escena; de nuevo miro por el orificio y compruebo que ahora el que habla es el aceite:
El aceite: ¿A qué te refieres? ¿Qué quieres decir?
Grasa: Sencillo. Por ejemplo, sabéis tan bien como yo que ahora, con las interconexiones entre máquinas agrícolas, se sucede frecuente la contaminación de aceites e incluso llegan a ponerse en contacto aceites incompatibles. En nuestro caso es difícil que la mezcla de dos grasas genere esa incompatibilidad.
Aceite: Si de contaminación vamos a hablar entonces reconoce que hay grasas capaces de mantener contaminantes en suspensión muy difíciles de eliminar no como en los aceites que con decantadores y filtros podemos desprendernos de lo que nos contamina.
Y además recuerda que cualquier ausencia de aceite o variación de nivel puede controlarse fácilmente con varillas, mirillas etc. Mientras que a ver como se controla en la distancia el volumen de grasa. Y ¿qué me dices del mantenimiento? No me digas que no es más fácil para el agricultor o mecánico cambiarnos y sustituirnos que no engrasar unos cojinetes que a veces hay que desmontar medio tractor…
Grasa: Pues no te doy la razón. Máquinas engrasadas por mi pueden funcionar durante años sin necesidad de mantenimiento.
Aceite: Es posible lo que dices pero reconoce que nosotros cuando ya estamos envejecidos se nos puede reciclar con seguridad para el medio ambiente. Pero en cuanto a recuperar una grasa o eliminar sus desechos…
Grasa: Muy bien, también ahí te doy parte de razón. Pero ¿qué me dices de mis cualidades? Nosotras tenemos un rendimiento en arranque y parada muy superiores a vosotros.
Se refería la grasa a que cuando se para una máquina, el aceite drena al cárter, a los puntos bajos, pero la grasa permanece en el componente. Cuando se arranca de nuevo el componente con grasa tiene menor riesgo de arranque en seco. Continuó su disertación: Además no podrás negarme que en la lubricación de motores eléctricos yo soy la reina absoluta y extiendo mí reinado en máquinas sensibles de contaminación como máquinas que trabajan con alimentos, forraje, grano…
Aceite: Lo que dices es cierto pero recuerda que los sistemas de lubricación por donde nosotros actuamos, salpicadura, circulación forzada, baño, son capaces de lubricar casi de inmediato. Además nosotros tenemos un volumen más grande y eso significa que nos pueden aditivar más y además somos capaces de eliminar contaminantes en las zonas de fricción.
Grasa: ¡Ya salieron los aditivos! Debéis saber que nosotras podemos contener aditivos tales como el grafito, el molibdeno o el óxido de zinc que nos proporcionan muchas ventajas. Mientras vosotros no podéis incorporarlos porque son aditivos que sedimentan.
Aceite: A ti no te cambian con la frecuencia que se requiere y cuantas veces estás contaminada con arena, agua u otros contaminantes que en vez de ayudar a lubricar lo que haces es ayudar al rodamiento a fallar.
Y ¿qué me dices cuando hay una pequeña fuga de aceite? Como bien sabes esto alerta al usuario de que algo anda mal. Pero “oh grasa tan limpia” a ti no se te ven las fugas y la avería que ocasiona tu ausencia puede ser costosa además de catastrófica.
Además yo al tener mucha más capacidad de fluir puedo hacer funciones de refrigeración eliminando calor en muchos lugares no deseados
Grasa: Hablas de “pequeña fuga de aceite” pero ¿qué ocurre cuando hay una gran pérdida de aceite, por ejemplo por rotura de un cárter o de un manguito? La que organizas es bien gorda. Difícil que nosotras como grasa provoquemos tal catástrofe.
Hasta aquí llegó la conversación; creo que me oyeron o me vieron.
¿Con aceite o con grasa?: Pues como decía aquel, ¡depende! Si se trata de una transmisión con engranajes sometidos a fuertes cargas y grandes velocidades lo más recomendable es optar por el aceite. Pero para cajas con velocidades pequeñas la grasa es una magnífica elección y, por ejemplo, en el mundo de la lubricación de motores eléctricos la grasa con poliurea es la reina absoluta.

LAS GRASAS ¿QUÉ SON Y DE QUÉ SE COMPONEN?
Composición de una grasa: Las grasas lubricantes se componen de tres componentes principales: un aceite base (80-90 %), de espesante (10-15 %), y aditivos (5-10 %)
Aceite base: puede ser sintético o también mineral. Los aceites utilizados en la formulación de la grasa poseen diferentes grados de viscosidad, encontrando grados (ISO 3448) de 100, 150, 200, 450, 700… Esta enorme variedad de viscosidad también afecta a una de las cualidades que más se destacan en las grasas y que es el denominado punto de gota (temperatura a la cual la grasa empieza a gotear) y que va de 120 ºC a 250 ºC o más
Espesantes: los más conocidos son de litio y calcio pero hay muchos más como los espesantes orgánicos, complejo de aluminio, complejo de calcio, calcio anhidro, arcilla, poliurea, sulfonato cálcico, sodio
Aditivos: Los aditivos se añaden para mejorar algunas cualidades como la estabilidad al cizallamiento, o la resistencia al agua, o la consistencia o la adherencia; también influyen en la “movilidad” o capacidad de bombeo de la grasa. Los más habituales son el bisulfuro de molibdeno; grafito; óxido de zinc; polímeros; aditivos de extrema presión (EP)…
Ojo a los aditivos: Los aditivos EP no son la panacea pues pueden ser muy agresivos químicamente y provocar corrosión química en las superficies de engranajes y cojinetes

ELIGIENDO UNA GRASA
La diversidad de máquinas es tal que los parámetros operativos como temperatura, velocidad, carga… varían considerablemente de unas a otras. No conviene “tener una grasa para todo”; en el mercado se ofrecen formulaciones de grasas para cualquier necesidad.
Grasa multiusos: “Multiuso” es un término bastante popular para las grasas en el mercado y no siempre bien aplicado. Se denomina multiuso a las grasas que combinan las propiedades de dos o más grasas especializadas por lo que pueden utilizarse en varias aplicaciones.
¿Litio o calcio?:
Aunque las más comunes en las estanterías de la ferretería o tienda de repuestos las más comunes son las de litio y calcio (copan más del 85 % del mercado) es cierto que también encontraremos de sodio, poliurea, etc.
Litio: Se caracterizan por tener una buena estabilidad, buena resistencia al agua y también a las altas temperaturas.
Cuando se requiere una resistencia mayor a la alta presión o a la corrosión entonces se le aditiva normalmente con antimonio-zinc a las que se suele denominar grasas de complejo de litio.
Calcio: El uso de grasas de calcio o sulfonato de calcio está ganando popularidad día a día. La razón hay que buscarla en que en determinadas aplicaciones superan a las grasas de litio, por ejemplo en aquellos usos que requieren mayor resistencia al cizallamiento, también a la corrosión. El calcio y el sulfonato tienen unas propiedades antidesgaste excelentes. Además el sulfonato es un inhibidor natural de la herrumbre con lo que la resistencia al agua es superior. Por ello las grasas con esta base tradicionalmente se han aconsejado para partes del chasis.
En cualquier caso las grasas de litio y complejo de litio son compatibles con las de sulfonato de calcio.
Poliurea y sodio: Es un espesante de aquellas grasas diseñadas para lubricar cojinetes. También las grasas con base de sodio están muy indicadas para altas temperaturas y es por lo que también se recomiendan para los cojinetes de ruedas.
La mejor grasa:
No existe tal concepto. Existe la “mejor grasa” para tal o cual aplicación.
¿Qué le debo pedir a una grasa?: Debe ser capaz de ofrecer buena lubricación y en determinadas aplicaciones será imprescindible tener características de extrema presión (EP); protección a la corrosión y a la oxidación; buena resistencia al lavado; buena adherencia y fácil untuosidad; Desde el punto de vista medio ambiental debe tener buena biodegradabilidad, que no cuente con aditivos de metales pesados.

Designación de las grasas
NLGI: Al igual que con los aceites, existe varias designaciones para las grasas. La designación más habitual es la del National Lubricating Grease Institute (NLGI) El grado NLGI lo da en gran medida el espesante que interviene en la formulación.
En el envase se buscarán las siglas NLGI seguido de un número. El número proporciona la consistencia en una escala que va desde el 0/00 al 6.
El 0/00 se corresponde con una grasa muy fluida. El 6 es la correspondencia con una grasa muy sólida. Lo normal será encontrar números 2 o 3 aunque en componentes con engrase de por vida como pueden ser rodamientos herméticos o engranajes de difícil acceso es habitual encontrar grados 0/00.
DIN e ISO: Otras normas habituales que se encontrarán en las etiquetas son las correspondientes a las normas DIN (51502 y 51818) e ISO (6743/9 y 3448)
Recuérdese como en líneas anteriores dije que una grasa estaba compuesta, 80-90 %, por un aceite base. La viscosidad del aceite (ISO 3448) no tiene por que estar relacionada con el grado NLGI y, es más, se pueden encontrar grasas con el mismo NLGI pero con las viscosidades de los aceites muy diferentes; de igual manera se pueden encontrar dos grasas con la misma viscosidad del aceite base y diferentes grados NLGI.

¿Y EL COLOR, TIENE ALGO QUE VER?
Los colores de las grasas comerciales son muy variados, desde el blanco hasta el negro e incluso translúcido, pero ¿en realidad son indicativos de calidad?
La respuesta a la pregunta anterior es no. Sin embargo los fabricantes tienden a usar unos colorantes para facilitar la identificación de la grasa con el uso. También hay razones de marketing por pensar que uno u otro color son más atractivos. Pero lo cierto que como resultado de la interconexión entre fabricantes, usuarios o clientes y el mercado global, se tiende a marcar con determinado color una u otra gasa para ayudar a distinguirlas.
De colores: El negro indica la existencia de algún aditivo como el grafito; el amarillo o marrón claro es que es una grasa de litio o calcio; el blanco para grasas grado alimentario; el azul para grasas con poliurea…
El color resulta de añadir blanqueadores en forma de polvo como el óxido de zinc o el dióxido de titanio. Y a pesar de que el color no aporte calidad o alguna propiedad si que un cambio de color puede indicar que se está afectando alguna propiedad, por ejemplo una grasa puede oscurecerse por estar almacenada en sitios de temperatura elevada, o bien la luz también puede afectar al color desvaneciéndolo, o una contaminación con agua que puede hacer que el color cambie.
Grasas blancas: Son grasas atóxicas catalogadas como aptas por la prestigiosa y poderosa FDA norteamericana (agencia del medicamento y la alimentación) para contactos accidentales de alimentos.

LUBRICACIÓN DE RODAMIENTOS CON GRASAS
Los rodamientos son algunos de los componentes mecánicos más frecuentemente utilizados que requieren una grasa como lubricante.
En el caso de rodamientos pequeños y con baja velocidad de uso pueden mantenerse sellados ya que requieren poco mantenimiento y la lubricación se hace “de por vida”. Pero en la mayoría de los casos se recomienda un mantenimiento donde la relubricación es parte principal.
Un rodamiento puede estar sometido a enormes presiones causadas por el esfuerzo pero también por la baja superficie de contacto (hablar de 30.000 kg/cm2 es una cifra normal para algunos rodamientos) Lo normal es encontrar elementos rodantes, bolas, cilindros, conos, que se desplazan sobre una pista de cojinetes. Lo único que impide el contacto metal-metal es una película muy delgada (1 micra o incluso menos) de lubricante.
Si en estas condiciones el lubricante se ve desplazado, o contaminado (suciedad o agua), el calor que se genera es tal que en breve el mecanismo gripará. Otra razón puede ser elegir un lubricante inadecuado bien porque la viscosidad, o los aditivos no sean los adecuados para las exigencias de servicio.
Ojo al agua: El agua no es un buen lubricante; si por descuido o accidente ingresa humedad en un rodamiento desplazando o contaminando a la grasa se producirá oxidación, o hidrólisis que degrada al lubricante.