jueves, 9 de enero de 2025

ELECTROMOVILIDAD EN TRACTORES AGRÍCOLAS (Parte II)

Prosiguiendo con la trilogía iniciada en la 1ª entrega, se analiza ahora las posibilidades crecientes del "tractor híbrido" y maquinaria agrícola eléctrica.  

Minicargadora Bobcat T7X "all electric"
EL TRACTOR HÍBRIDO

Con la hibridación se abrió otra línea de desarrollo en el camino del “all Electric”. En la hibridación se hace uso de un motor principal diésel que se usa para alimentar un generador de electricidad.

Lo habitual es colocar a la salida del volante motor un generador que es el responsable de convertir la energía mecánica a eléctrica con la que se alimentarán algunos componentes de potencia y sistemas auxiliares.

No muy nuevo: En realidad la hibridación es una técnica que se remonta a 1895; ya entonces se usaba la tecnología híbrida en algunas locomotoras de ferrocarril. Desde entonces la técnica se ha ido depurando y hoy la usan vehículos tan dispares como los submarinos diésel-eléctricos, o en el transporte pesado, camiones y autobuses, turismos y, por supuesto, máquinas agrícolas autopropulsadas.

Existen unas ventajas evidentes en el sistema híbrido: libertad de diseños; mejor eficiencia energética; simplificación de sistemas hidráulicos; suavizar la curva de entrega de potencia; recuperar energía del frenado, sistemas stop & go, eliminación del motor de arranque, o incluso prescindir o minimizar componentes como el embrague…

El proceso de hibridación ha ido, y seguirá yendo, parejo al desarrollo de las baterías, y que hoy sigue siendo el punto débil de la tecnología: Un dato, si una batería de un móvil almacena unos 4 Wh se necesitaría unas 20.000 baterías de móvil para igualar la carga de un tractor de unos 100 CV. Pero con los constantes y acelerados cambios que están experimentando las baterías, se prevén importantes cambios en tecnologías como el desarrollo de supercondensadores que podrán aumentar considerablemente la eficiencia a la hora de distribuir la energía.

ELECTRIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS AUXILIARES: TENDENCIA AL ALZA

Analizando las líneas de desarrollo que están llevando a cabo los fabricantes de tractores, se observa el denominador común de “electrificación” del tractor. El All Electric viene desde dos direcciones diferentes:

  • La demanda eléctrica desde componentes del propio tractor (dirección, compresor del AA, ventiladores…)
  • La maquinaria asociada al tractor (abonadoras, sembradoras…)

Grado de hibridación: Es la relación de potencia disponible en modo eléctrico frente a la disponible en modo convencional.

Dirección eléctrica

Variación del número de vueltas en el volante
 en función de la velocidad de avance

Lo habitual en los sistemas de dirección del tractor es contar con un distribuidor u orbitrol que, hidráulicamente, es muy complejo. Aunque el sistema se encuentra muy conseguido por tratarse de una tecnología con muchas mejoras a sus espaldas, no deja de ser un mecanismo hidráulico de gran complejidad; además su mayor desventaja se encuentra en que entrega la misma potencia hidráulica sea cual sea la situación.

La dirección ideal: En una dirección eléctrica (Steer by Wire) no existe unión mecánica entre el sistema de la dirección y el volante. La orden de giro la proporciona un potenciómetro que detecta el movimiento en el volante y lo "traduce" a movimiento de rueda a través de impulsos eléctricos hacia un motor eléctrico que mueve la cremallera de la dirección.

Se trata de un sistema de dirección ideal puesto que con su implementación resulta sencillo ajustar el ratio de dirección y el esfuerzo requerido de forma sencilla y automática. De esta forma se pueden regular de diferente manera la respuesta de la dirección según se esté en labores de transporte o campo. Además, la dirección eléctrica permite mayor libertad en el diseño del interior de la cabina.

También tiene detractores la dirección eléctrica y sus “sucedáneos” (asistencia eléctrica de la dirección) Aquellos a los que no les gusta, esgrimen en su contra la pérdida de tacto al conducir; vienen a decir que es como usar una “Play Station”.

El tacto de dirección es la fuerza que hace la dirección para regresar a la posición central. Al conductor le gusta sentir ese tacto porque genera confianza. Con una dirección eléctrica no hay sensación que suba por la columna de la dirección, aunque se pueden conseguir sensaciones que mitiguen la sensación de desconfianza que genera saber que entre el volante y las ruedas “no hay nada”.

Ejemplos de dirección eléctrica de algunos fabricantes

John Deere: Dispone de un novedoso sistema de dirección que de momento solo incorpora en algunos modelos fabricados en Waterloo (EEUU) y que comercialmente denomina Active Command Steering (ACS)

El sistema ACS reduce el esfuerzo aplicado sobre el volante; además la resistencia del volante varía automáticamente con la velocidad de avance: Se reduce el esfuerzo de giro del volante a velocidades bajas durante maniobras en cabecero y se aumenta el momento de giro del volante a velocidades de transporte.

Para su implementación utiliza la detección de carga de la presión hidráulica y una bomba de compensación de presión y caudal que produce la respuesta de la dirección. Unos potenciómetros de giro en el volante y de ángulo de ruedas, más unos sensores capaces de medir la velocidad de giro del tractor a velocidad de transporte (giroscopio) envían las señales a la central electrónica. El control, a través de las válvulas de dirección, comanda el aceite al sistema mediante una bomba de accionamiento eléctrico.

Con el sistema ACS se eliminan las reacciones violentas que a veces se puede provocar en una columna mecánica a través del eje y el distribuidor. También puede variar los giros, tope a tope, del volante con el ángulo de dirección (3,5 giros en cabeceros y 5 giros en velocidad de transporte)

Motor eléctrico en cubo de rueda del Multitooltrac
Con la eliminación de esfuerzos, John Deere, consigue entregar el tractor con un volante de tan solo 345 mm. Además, el sistema permite una perfecta integración con el sistema de autoguiado.

New Holland: Aunque no es exactamente un sistema de dirección eléctrica, si que con el sistema de New Holland se puede controlar y personalizar la dirección hidrostática.

El fabricante “azul” le denomina comercialmente CustomSteer. El sistema consiste en una función de giro variable para favorecer la maniobrabilidad con menos giros del volante.

Con el sistema se puede personalizar el ratio de giro del tractor; eligiendo desde 1 vuelta, de tope a tope, del volante a casi 5 vueltas (en concreto los ratios preseleccionados son: 1:1; 2:1; 3:1 y el estándar 4,7:1; aunque se puede incluso personalizar. Y también se puede personalizar de forma independiente la respuesta marcha adelante de la marcha atrás que suele ser muy útil para hacer la respuesta más agresiva en avance y menos en retroceso como suele gustar para el trabajo en cabeceras o para maniobras con remolque marcha atrás.

El sistema, cuando detecta que la velocidad sobrepasa los 25 km/h entonces se vuelve a la sensibilidad estándar de 4,7 vueltas entre topes.

Massey Ferguson: Tampoco Massey Ferguson ofrece una dirección eléctrica, su oferta consiste en la posibilidad de automatizar y personalizar la respuesta de la dirección. El sistema es similar al ya comentado de New Holland.

Comercialmente Massey denomina al sistema SpeedSteer. y permite al operador ajustar la relación de dirección y seleccionar el número de giros del volante requerido para una cantidad dada de ángulo de dirección.

Same Deutz-Fahr: El grupo italiano SDF lleva tiempo desarrollando sistemas muy interesantes con respecto a la dirección. Tres son los sistemas dignos de mención, los comercialmente denominados SDD (que en realidad no es una dirección eléctrica si no un orbitrol de doble cilindrada para poder configurar de dos formas la relación de dirección) y EasySteer y el SteeringPro. Estos dos últimos son los que se analizan bajo estas líneas.

  • EasySteer: Se monta en tractores de 150 a 340 CV y va ligado el sistema a la preinstalación del autoguiado por GPS AgroSky. Se trata de un distribuidor orbitrol con control electrónico capaz de seleccionar hasta cinco relaciones distintas entre volante y dirección
  • SteeringPro: Sistema muy revolucionario, aunque con un concepto simple. La inventiva está en su aplicación. Con el sistema se reduce mucho la complejidad hidráulica. Se consigue colocando un engranaje planetario entre el volante y los cilindros de dirección. Con un motor eléctrico se controla el ángulo de dirección y la velocidad de dirección en función de la situación.

Compresor del aire acondicionado

Turbo eléctrico Garrett

Fabricantes como Denso tienen desde hace bastantes años una línea de compresores exclusivamente accionados por motores eléctricos. La gran ventaja es que te olvidas de correas y mantenimientos de las mismas; además este tipo de accionamiento reduce la potencia consumida por el compresor.

Maquinaria agrícola con demanda eléctrica

En la agricultura de precisión, a medida que los agricultores pueden asignar a sus parcelas una información detallada (calidad del suelo, disposición de minerales…) la maquinaria agrícola que se vaya adquiriendo, o modificando, debe ser capaz de procesar la información ya disponible y, además, debe ser capaz de dar respuesta a las exigencias del agricultor.

Un cable de alimentación, o un cable de datos, una unidad de control y un actuador eléctrico son elementos suficientes para hacer que una sembradora pueda alterar la dosis de semilla de forma automática, por georreferencia o de forma manual desde la cabina del conductor a través de una línea de comunicación isobus.

Hay más ventajas en la electrificación de la maquinaria agrícola y son ventajas difíciles de emular: una transmisión de potencia mucho más sencilla; unos diseños más fáciles de implementar y en general un sistema mucho más eficiente y flexible en muchas aplicaciones.

Abonadoras, pulverizadores, hileradores: En máquinas como abonadoras, pulverizadores, etc. el uso de energía eléctrica proporciona mucha flexibilidad en el diseño. Por ejemplo, variar la dosificación en un pulverizador es mucho más sencilla y exacta con actuadores eléctricos que con los mecánicos o hidráulicos.

Un actuador eléctrico a diferencia de uno hidráulico o mecánico apenas tiene mantenimiento, ni mangueras o bombas, un simple cable de cobre es suficiente. También se pueden controlar los rotores o platos por separado.

TRANSMISIÓN EN VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

Si en la I parte se hablaba de la enorme “meseta” de par que tiene un motor eléctrico, el lector puede preguntarse ¿por qué se necesita la transmisión?

Efectivamente, el motor térmico genera par y potencia utilizables en una banda estrecha de revoluciones. De ahí que se calcule la transmisión para que un conductor que haga buen uso de la misma, pueda mantener al motor en esa banda “eficiente” de revoluciones.

Pero los motores eléctricos proporcionan el 100 % de su par desde velocidades muy bajas (en un motor de CC desde 0 y en uno de CA desde 400)

Abonadora Vicon  centrífuga con actuadores eléctricos
¿Por qué poner una transmisión en un vehículo eléctrico?

En realidad, hay muchos vehículos eléctricos, automóviles, coches y motos, que no incorporan transmisión, por ejemplo casi cualquiera de las motos eléctricas de alquiler que pululan ahora por las grandes ciudades o incluso vehículos más grandes, como el Tesla Model S.

Analizando el Tesla Model S se observará que dispone de un motor eléctrico en cada eje (también hay versiones con un motor en el eje delantero y dos en el trasero). La transmisión en dicho turismo es muy sencilla y consiste en una desmultiplicación 9.73:1 (patente US 8.453.770 B2)

Hay bastantes opciones más. Una a la que recurren varios fabricantes es la de montar dos motores eléctricos, uno para baja velocidad y otro para la alta. En este caso la distribución de potencia entre los motores está determinada por la eficiencia óptima en cada instante. La diferente velocidad de avance del vehículo se consigue jugando con el amplísimo rango de giro de los motores eléctricos, 0 a 15.000 o incluso más.

Con las características de los motores eléctricos la transmisión por tanto podría reducirse a una relación única y fija y que incluso puede permitirse el lujo de eliminar el embrague de su línea cinemática.

Vehículos "grandes"

Pero cuando analizamos vehículos “grandes” la cosa empieza a cambiar. Y es que efectivamente una transmisión complica el montaje y encarece el vehículo, pero presenta una clara ventaja y es intentar no desperdiciar energía de la batería.

Existen otras razones a la hora de decidir si se opta o no por transmisión como es la naturaleza del motor eléctrico (no es lo mismo corriente alterna que continua, y no tiene igual comportamiento un motor síncrono con otro asíncrono) y la arquitectura de montaje (un motor, uno por eje, uno en cada rueda…)

En cualquier caso, lleve o no transmisión, el vehículo eléctrico dispone de transmisiones mucho más sencillas que las convencionales para motores de combustión.

Tractores: En el caso de los tractores, debido a la enorme variedad de faenas agrícolas que se realizan con el tractor, prescindir de la transmisión no es posible. Es cierto que se podría hacer en el hipotético caso de que el tractor realizase solamente labores de transporte.

En la siguiente entrega se analizan algunos diseños de diferentes fabricantes. Se verá que una de las opciones más utilizada es la de colocar un motor por rueda. Cada motor se acciona mediante un regulador de velocidad, controlado por microprocesador, y con un sistema de engranajes para reducir la carga en los motores.

La disposición de un motor por rueda genera nuevas oportunidades en el control dinámico del vehículo puesto que se puede regular el par en cada rueda por separado y la velocidad de los ejes delantero y trasero eliminando el fenómeno Wind-Up o deformación por torsión.

Fenómeno Wind-Up: Se trata de un par de torsión que se genera en los componentes del vehículo cuando se coloca la tracción en las cuatro ruedas y se hace un giro sin existir un diferencial central y como consecuencia de que las cuatro ruedas recorren distancias diferentes. El problema suele aparecer cuando se circula con la doble tracción conectada en superficies duras generando un estrés de torsión que puede ocasionar daños en las transmisiones.

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By: Catalán Mogorrón, H.

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