viernes, 10 de noviembre de 2023

DANDO VIDA A JOYAS DEL PASADO: Restauración EBRO 6125 (1ª Parte. El motor)

HAY QUE DEJAR CONSTANCIA

Miguel Ángel Rubio es un hombre de letras, y sin embargo le apasiona la mecánica. Miguel Ángel es mi héroe, es como yo imagino a un hombre del “Renacimiento”, personas cultas a la par que hábiles con sus manos, y siempre siendo honorables en sus acciones. Es una admiración que incremento por el hecho de que Miguel Ángel además sea un fanático, de una marca que quiero, EBRO.

Hace ya décadas que Miguel Ángel fijó su atención en viejas mecánicas conocidas en su casa por haber sido propiedad de su abuelo. Son ya muchas lunas las que han pasado desde que Miguel Ángel se propuso restaurar algún modelo de la mítica marca española Ebro (Restauración del Ebro 684E y Restauración del Ebro 155E) Si el lector quiere saber por qué Miguel Ángel profesa devoción y fe a esos tractores, hará bien en leer las entradas que ya quedaron reflejadas en el Más que Máquinas.

Pero no solo de destornilladores y aceites sabe Miguel Ángel, como ya he dicho, él es un hombre de letras. Por ello también ha querido dejar constancia por escrito del proceso de restauración de su última joya, un Ebro 6125 DT MTV. Y es que Miguel Ángel es un auténtico escritor.

Miguel Ángel opina que en este mundo de manifiestos despropósitos que vivimos, debe haber alguien intrépido que diga a las grandes corporaciones, a aquellos que se dedican a fabricar endebles tractores, que los individuos, los agricultores en nuestro caso, tienen el deber moral de defender, por un lado, su patrimonio histórico, cultural e industrial. Por otro lado, es menester que se les advierta que la electrónica está dejando arrinconadas a las personas que rotulan el campo con sus máquinas para trazar su orografía. A día de hoy los “tractores electrónicos” están sangrando, vía averías hermenéuticas, con sus costes disparatados, la economía de los agricultores.

Una mecánica ambiciosa de la caducidad, la fragilidad y la debilidad. Tractores cuya aspiración última, como si se tratase de un ideal poético que en sí reúne la fuerza del creador, para paradójicamente crear el producto más perecedero que existe, cual la belleza.

Miguel Ángel propone un sí a la ergonomía, pero no a las suntuosas máquinas confeccionadas con los ideales poéticos de la fragilidad. Las grandes multinacionales no deben desdeñar el pasado, devastar nuestro pretérito porque eso significa destruir nuestra cultura, nuestro acervo patrimonial; nuestra historia…

Gracias a Miguel Ángel porque ha querido que sea esta cabecera, Más que Máquina, sea la que muestre por primera vez la historia del proceso de restauración. Y lo haremos con tres historias. El orden de entrega será:

  • 1ª Parte: motor
  • 2ª Parte: transmisión
  • 3ª Parte: estética

¿POR QUÉ RESTAURAR UN EBRO 6125 DEL AÑO 1984?

A día de hoy el sello comercial Ebro es una realidad extinta; pero la vigencia notoria de su calidad ha hecho que estos vehículos se erijan como grito que se subleva al paso del tiempo.

Los tractores EBRO son máquinas de mecánica tradicional y sencilla, que, en buenas manos, buen mantenimiento, pueden lidiar con más de 30.000 horas de duro trabajo.

El Ebro 6125 es un logro de la eficiente y perspicaz ingeniería, pero también una obra de calado artístico al aunar sus angulosas líneas con una nueva ergonomía. Se trata de un tractor robusto, mecánico, con un motor potente y fiero (Perkins T6.354.3 de fabricación española, de 125 CV)

El Ebro 6125 ya dispone de modernos embragues hidráulicos, aunque de acción mecánica. Un potente elevador hidráulico con bomba de doble cuerpo y sistema de pilotaje. Una transmisión de 4 velocidades sincronizadas y 3 gamas, disponiendo de sincronizador entre la gama media y la marcha atrás (inversor mecánico) (transmisión de Ebro 6000, 8000 y H)

Un eje delantero Carraro de demostrada resistencia y dos depósitos de combustible (50+125 litros) confieren al Ebro 6125 de características de primer orden en los años de su lanzamiento.

RESTAURACIÓN DEL MOTOR: DE 125 CV A 164 CV

Miguel Ángel y su padre, acometen la reparación del viejo Perkins a la par que le suben la potencia. Para ello cuentan con el asesoramiento y ayuda de un experto donde los haya del motor Perkins, César Diezma.

Cuando adquirieron este tractor en un desguace, les pareció que el motor manifestaba un rugido fiero, con un redondeo rítmico y acompasado, con un color del humo “honesto” … Solo era apariencia. Al poco tiempo pudieron observar que el motor lanzaba mucho humo blanco, presión en el circuito de refrigeración, mal arranque, burbujas en el líquido refrigerante… obviamente había un problema en la culata o ¿algo más?

Se procede a desmontar el motor. Se levanta la culata y descubren que la camisa del pistón nº uno está rayada, el émbolo tiene fuera de sitio los segmentos.

La primera acción es enviar la culata al rectificador. Allí se decide rebajarla para aumentar la potencia, se le sustituyen algunas válvulas y se cambian los ajustes de los asientos de válvulas. Se planifica y queda lista para montar.

Todas las operaciones realizadas sobre el plano culata se hacen siguiendo las indicaciones de César que incluso tuvo que lidiar con las objeciones del rectificador.

Al continuar con el motor, observan que los pistones que lo equipa no son los suyos originales. Mientras que los pistones originales, pueden montar 3, 4 y 5 segmentos, tienen la cámara de combustión desplazada hacia el lado en el que entran los inyectores, pero estos la tienen en el centro.

Se decide montarle los pistones suyos para conseguir que la explosión suceda en el sitio calculado.

La cadena de sorpresas continúa constatando que para montar los pistones “pirata” se tuvo que limar y rebajar la cabeza de las bielas con la esmeriladora. Además, los segmentos estaban mal colocados y además el turbo tenía un desgaste evidente.

Se toma la decisión que en realidad ya estaba tomada desde que se inició la restauración: hacer bien el trabajo. Esto significa que hay que sustituir el equipo completo. Se adquieren las piezas que conformarán el motor a su forma original: pistones, camisas, segmentos, bielas, cojinetes de biela, axiales, casquillos de bancada, juego de juntas con junta de culata en acero esmaltado, bomba de aceite cárter, bomba de alimentación, turbo…

Los pistones se eligen para que mantengan los límites de reglajes, reduciendo la cámara de combustión por dos vías: en primer lugar, se persigue que la altura de compresión fuese casi hasta el límite y, en segundo lugar, que la forma de la cámara inserta en el pistón no fuese solo un horadado, sino que manifestase forma de montaña, o de gota, para multiplicar la fuerza de la explosión.

Se van ensamblando los diferentes componentes y se acometen los ajustes y cambios que son menester: se sustituyen los tubos de engrase de las faldas de los pistones; se sustituye la bomba de aceite del cárter; se bruñen con bruñidor de bolas las camisas; se insertan los pistones con sus bielas nuevas tras haberlas troquelado; se procede a la limpieza del plano motor; se inserta una junta culata en acero esmaltado.

En cuanto al apriete de culata, se procede en tres fases y con otro tipo de reglajes a los que sentencia el manual. Se acopla el árbol de balancines. Se reducen, hasta los límites máximos, el espesor de las arandelas de los inyectores y se practica el reglaje de válvulas correspondiente.

Colocada la tapa de balancines y ajustado el turbo, el motor queda prácticamente finalizado. Falta colocar la bomba de agua y las tuberías de alta presión del combustible. Pero también se sustituye la bomba inyectora original del Perkins T6.354.3, por la del A6.354. Ambas son CAV rotativas, pero la nueva bomba carece de amortiguador de pulsaciones. También los ajustes de dicha bomba son diferentes a los que predica el manual.

Antes del montaje se analizaron los inyectores y se cambió la junta de la empaquetadura y retenes (este proceso se hizo en un taller de otra provincia)

La experiencia en estos motores que tienen Miguel Ángel y César, les hace afirmar que estos motores “mueren” tras 30.000 horas de trabajo, y que su muerte se produce por un escalón en la camisa y que viene motivado por el filtro en baño de aceite que incorporaban estos tractores. Así que deciden que el renacido Ebro 6125 incorporará un filtro con cartucho en seco y prefiltro de aire.

CONCLUSIONES Y ALGUNAS PREGUNTAS

La primera conclusión a la restauración, es el certero y sencillo arranque. Da igual que la temperatura sea de -15ºC, que se instale o no antorcha de calentamiento, el motor arranca a la primera. Aunque es cierto que también se ha incorporado un motor de arranque de 4,2 kW alimentado por cables de batería de 95 mm2, un alternador de 100 Ah y una batería de 190 Ah.

Por supuesto la potencia no se ha medido en banco, pero las estimaciones de ambos es que el motor está proporcionando unos 164 CV.

¿Son admisibles los 164 CV?: Sí, este mismo motor Perkins T6.354.3 fue implementado en camiones EBRO de la serie P, en grupos electrógenos, en cosechadoras, en máquinas de la construcción, y se hizo con esa potencia. El bloque es el mismo, con otros sistemas de colectores y cárter y, por supuesto, con otro tipo de modificaciones en el plano de culata, turbo e inyección.

En cuanto al tractor, su puente trasero y su caja de cambios, está calculado, y preparado, para aguantar hasta 180 CV. En realidad, la serie H, con el motor Nissan, pero con la misma transmisión, ya se han hecho incrementos de potencia sin que el tractor haya sufrido por tal aumento.

Arranque: Cuando se habla de los tractores EBRO, series 6000 y 8000, inmediatamente salta la “leyenda” de su mal arranque. Incluso hay otra leyenda que asegura que los ingenieros de Perkins, en una época de recurrentes huelgas, y como venganza a la negativa a conceder sus peticiones laborales, aumentaron la cámara de combustión para que el arranque no fuese bueno. Incluso, otra leyenda más, es que algunos motores que potenciaban a cosechadoras, y también por el fragor sindical, se montaron con menos segmentos de los debidos para que gastasen aceite ocasionando a la empresa pérdidas en garantía por el reemplazo.

Filtro de aire, ¿aceite o seco?: César y Miguel Ángel recomiendan sin duda esta operación, además con la adicción de un prefiltro. Se basan en los propios estudios de los ingenieros de Ebro Kubota cuando tanto en la serie H como en la K1 de Kubota K1 implementaron el cambio.

¿Hay recambios suficientes para este tipo de reparaciones?: Miguel Ángel, con su ya dilatada experiencia de restauración, manifiesta que las piezas las ha conseguido a través de la empresa de César Diezma.

¿Hay mecánicos cualificados para este tipo de reparaciones?: Son tractores “mecánicos”, así que no vale con los mecánicos cambiapiezas que pululan por los talleres de las marcas actuales. Ahora se conecta un ordenador, el cual te indica, vía código de avería, que sustituyas tal o cual pieza. En este caso hay que recurrir a mecánicos orfebres, mecánicos artesanos, con intuición, perspicacia y amor por su trabajo. Si, son una especia en extinción, pero aún los hay.

¿Y sale rentable restaurar un antiguo tractor?: Un proceso como el que se ha hecho en este Ebro 6125 puede llevar mucho tiempo, también costes. Pero el orgullo, además de la economía, de lograr que este tractor pueda trabajar otras 30.000 horas, que ya en sí triplica la vida cualquier tractor moderno, hace que la inversión salga rentable.

Vídeos de los momentos clave del proceso


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Próximas entregas

  • 2ª Parte: transmisión
  • 3ª Parte: estética

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