En la 1ª Parte se analizó grosso modo el cultivo, su rentabilidad y su potencial mercado... En esta 2ª parte se repasa la maquinaria necesaria para su cultivo.
MAQUINARIA ESPECÍFICAEl cultivo de la colza no necesita de ninguna maquinaria específica, sino más bien la adaptación de la existente a las condiciones de la semilla y la adecuación de labores para la optimización del cultivo.
Suelos y laboreo: A diferencia de los cereales de invierno, la colza tiene una raíz pivotante más profunda, eso le exige tener un suelo también más profundo y sin suela de labor.
El terreno se preparará para asegurar un buen lecho de siembra, trabajando principalmente los primeros 20 cm, asegurando la nascencia. Para ello se usan los mismos aperos que ya se tengan en la finca.
Abonado: Con la misma abonadora que se disponga se procede al aporte de fertilización mineral. La colza exige diferentes concentraciones de abono (por ejemplo, la colza es más exigente en fósforo) que el cereal. Para conocer bien estas exigencias recomiendo consultar cualquier manual del cultivo.
Siembra: La colza tiene una nascencia más complicada que la del cereal; hay que buscar las mejores condiciones para reducir ese problema y por ello es primordial realizar la siembra con buen contenido de humedad del suelo. Este parámetro, la humedad, marcará la época de siembra. En años como el actual, que se llegó a mediados de septiembre sin lluvias suficientes, se puede retrasar la operación esperando a que el suelo tenga humedad.
En cuanto a fechas, en nuestras latitudes, se puede hacer desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre, bastante antes que la cebada y el trigo. Es importante que la planta llegue con un tallo ya bien formado al invierno para poder aguantar bien esa temporada de fríos. Así que si por motivos de humedad se debiera retrasar la siembra a fechas posteriores al 15 de octubre se recomienda no sembrar.
Cualquier sembradora sirve para la colza. Se pueden utilizar las convencionales de cereal, con las regulaciones pertinentes, o bien con sembradoras de precisión (monograno) mecánica o neumática, como la que se usa en maíz, remolacha o girasol, o con sembradoras de siembra directa.Una vez sembrada, conviene rulear asegurando el contacto de la tierra con la semilla y evitar que los fríos venideros puedan levantar la semilla.
Si eres agricultor de siembra directa, la colza admite bien estas prácticas.
La profundidad de siembra debe estar entre 1-3 cm.
En cuanto a la dosis, el número de semillas por m2 está entre las 25 y las 55 (250000 a 550000 plantas/ha) la distancia entre botas se coloca entre 20 y 50 cm. Por supuesto las densidades dependen de la calidad de los suelos y de si es cultivo de secano o regadío. En suelos no muy productivos no conviene tener una gran dosis de siembra pues en realidad se trata de una planta que requiere que le llegue bien la luz al tallo y eso influye en el número de vainas (silicuas) que van a emerger y en la cantidad de grano por vaina (entre 15 y 20 según variedades)
Los granos son pequeñas esferas, de color negruzco o incluso rojizo, de 2 a 2,5 mm de diámetro, de forma muy homogénea.
Tratamientos: En comparación al cereal, la colza es un cultivo que exige estar más atento para los tratamientos contra plagas y así poderse hacer en el momento adecuado.
Los tratamientos habituales serán con herbicidas tanto los de amplio espectro como los más específicos.
Otros tratamientos habituales pueden ser el uso de insecticidas contra principalmente la pulguilla, el gorgojo o el pulgón.
Recolección: En la recolección se utilizan cosechadoras de cereales adaptadas y con la maestría del maquilero que deberá prestar especial atención a la altura del molinete (debe ir alto); el cilindro a unas 700 rev/min; a la potencia de los ventiladores (al mínimo) y unas cribas de limpieza de 2-2,5 mm.
Producciones: Las producciones van desde 1500 kg/ha para un rendimiento bajo hasta los 6000 kg/ha. Incluso se dan producciones de 7000 kg/ha pero con variedades híbridas. Hablando de producciones habituales se pueden situar entre 3000 y 3500 kg/ha.
Variedades: Básicamente existen variedades línea que son aquellas que se pueden autofecundar y las variedades híbridas, las que se obtienen por cruzamiento y que no se pueden usar como semilla para el próximo ciclo.
En España las variedades más comunes son las híbridas, lo que obliga a comprar cada año la semilla. El agricultor debe valorar si la compra de semilla cada año le compensa con el aumento de producción que tienen las variedades híbridas. Las variedades más usadas en España son la Artemis, Aurore, Duke, Clearfield, Delight, Melodie… todas ellas con parámetros diferentes en cuanto a altura, resistencia al encamado, a la sequía…
(Foto Eva Knieriemen) |
Secano o regadío
Se puede sembrar también en secano, aunque por supuesto el regadío asegura producciones mayores. Si en secano las producciones rondan los 1500-2000 kg/ha, en regadío son más habituales los 4000 e incluso los ya comentados, y dificilmente alcanzables, 7000 kg/ha con el uso de simiente híbrida.
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Fuentes consultadas
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