LA FOTO: JIM MEADS, MICK SUTTERBY y GEORGE AIRD
Seguro que conoces esa foto en blanco y negro de un
tractor, un Fordson, en un primer plano, y, en un segundo plano, un avión de
caza, cayendo en picado…
La foto tomada en 1962 es completamente real; en concreto se realizó un 13 de septiembre, en la ciudad de Hatfield (Inglaterra) Entonces las
fotos “falsas” eran bastante menos comunes que ahora. Y por cierto, la ciudad de Hatfield es famosa en el mundo aeronáutico porque ahí se encontraban las instalaciones fabriles de De Havilland que fabricó el primer avión comercial con propulsión a chorro.
La casualidad hizo el resto. El resultado una fotografía
icónica que incluso estuvo confiscada por el Ministerio de Aviación inglés,
aunque un tiempo más tarde se devolvió al fotógrafo.
Cuando se libera la foto, el fotógrafo quiere vender los
derechos a algún periódico que incluso no la aceptaron porque pensaban que era
falsa… tras varios intentos la compra el Daily Mirror por 1000 libras (un valor
considerable para la época)
Los protagonistas: El
fotógrafo (Jim Meads) era vecino de uno de los pilotos de prueba del
avión y sabía que ese día se iban a hacer varios vuelos y quiso acercarse. El
fotógrafo “urbanita” inicia la andadura por el campo sin segar, pisando la
hierba. Un tractorista que en ese momento está segando su campo, y que solo
tiene 15 años (Mick Sutterby) acude con el flamante Fordson que
habitualmente manejaba su padre, a pedir al fotógrafo que salga de ahí.
Cuando está llegando a la altura del fotógrafo, un cambio
en el sonido que le llega desde el avión, a la par que ve al fotógrafo hacer
aspavientos y coger su cámara fotográfica, hace que el tractorista se gire.
El avión estaba volando a muy baja altura. En ese momento
el avión tiene un problema en uno de sus motores e incluso con fuego; el piloto (George Aird) pretende aterrizar y llega a sacar el tren de aterrizaje. Ya estarde, el avión
cae en picado, el caza está sentenciado. Para salvar la vida, solo hay un camino. El piloto consigue eyectarse de la cabina con su asiento preparado para ello. En el momento de la fotografía aún no se ha desplegado el paracaídas.
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Lugar donde cayó el caza, y el agujero provocado por el piloto en el techo de vidrio del invernadero |
La oportuna cámara fotográfica hizo el resto. Incluso, la
historia, termina bien. El piloto aterrizó en el techo de los invernaderos de
tomates, en concreto entre dos filas de tomateras sin causar grandes daños (en
la foto se ve el agujero provocado por el piloto en el techo de vidrio) Si es
cierto, que se rompe las dos piernas, pero su vida no corrió peligro. El
fotógrafo se libró de la reprimenda del tractorista por pisarle la hierba y el
avión cayó sobre el campo evitando que algun otro invernadero sufriera graves
daños.
EL TRACTOR
Un Fordson Major que en ese momento se encontraba segando
algo de forraje. Un tractor superpopular en la época, envidia de todos.
Fordson fue marca tanto de tractores como de camiones. Marca
propiedad de Henry Ford & Son Inc y fabricados por la Ford Motor
Company (EEUU) y por la Ford Motor Company Ltd (UK)
La marca empezó a utilizarse en 1918 y se mantuvo hasta
mediados la década de 1960.
El “Fordson inglés” aparece tras la contienda mundial. El modelo
E27N se le conoce más como Fordson Major. Fueron años complicados en la
relación con “otro grande”, Harry Ferguson, y que había patentado su afamado
sistema de control de aperos.
Cuando Ferguson inicia la fabricación independiente del TE-20,
un tractor que superaba en mucho al Major inicial, se tuvo que rediseñar el Fordson
para dar lugar al E1A y que daría lugar a los New Major, Power
Major y Super Major.
EL AVIÓN
Se trata de un English Electric Lightning F1, un
avión que se desarrolló hacia 1960 para la fuerza aérea británica. Se trataba de un caza supersónico para el periodo convulso de la llamada Guerra Fría.
En realidad era un avión muy rápido; impulsado por dos turborreactores Rolls-Royce que iban
colocados uno sobre otro, evitando la cabina. Con la entrada de aire en el morro, proporcionándole esa imagen tan característica.
Se trataba de un concepto de diseño con unas especificaciones muy concretas, dirigidas a
interceptar los bombarderos supersónicos soviéticos Tupolev Tu 22 y Tu 95.
El caza, como buen “relámpago”, tenía una velocidad excepcional, pero siempre se le achacó el inconveniente de su pilotaje. Algunos de sus pilotos lo describieron como “estar
atado a un cohete e intentar dirigirlo”. Además, su consumo era desorbitado por
lo que su alcance (autonomía) estaba muy limitado. El avión se ha ido retirando paulatinamente
del servicio desde 1974 y se puede fijar el año 1988 cuando los últimos “relámpagos”
estuvieron operativos en alguna fuerza aérea.
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El caza Lightning (foto Wikipedia) |
Y EN ESPAÑA…
También para los agricultores españoles la foto es icónica
pues ese tractor, o más bien su gemelo fabricado en España fue todo un hito,
historia viva del despegue de la mecanización y la agricultura española.
Efectivamente, algunos gemelos de los Fordson se desarrollaron
y fabricaron, bajo licencia, en España con marca Ebro.
La Ford Motor Company suscribió un acuerdo de colaboración
con, por aquellos años, una nueva empresa española, Motor Ibérica, en el cual
se fijan las bases del apoyo técnico que recibirían los españoles.
Ford en España: Ford ya estaba en España desde 1920, en
concreto en Cádiz como Ford Motor Co. En 1923 se instala en Barcelona y se crea
la Ford Motor Ibérica.
Desavenencias con el régimen hará que
Ford venda sus acciones y su nombre desaparezca de la empresa. Se crea así
Motor Ibérica S.A. y es 1954
Se permite a la fábrica española disponer de la tecnología
de los exitosos tractores Fordson en sus especificaciones New Major, Power Major y Super Major
El primer tractor fabricado en la fábrica española (en
Barcelona) sale en 1955 y lo hace con marca Ebro; se trata del modelo Ebro 38…
Por supuesto pareciéndose mucho, muchísimo al Fordson New Major (fabricado en Dagenham) El Ebro
38 es todo un hito. Sus 38 CV de potencia dan para mucho, su motor de 4
cilindros y 3600 cm3, con una transmisión de 6+2 velocidades es lo mejor que se
puede ver en los campos españoles. En breve se irán perfeccionando y aumentando
ligeramente la potencia con el 42 y el 44 CV. Cuando se presenta el Super Ebro
(derivado del Super Major) se incrementará la potencia hasta los 52 CV y con un
sistema hidráulico con control de profundidad…
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El primer tractor fabricado por Motor Ibérica y el fin de las actividades fabriles en España |
Se llegará a 1964 con rediseños, pero es cuando se sube las
revoluciones a las 1800 rev/min y aparece el Super 55 (55 CV) y ya con frenos
de disco, mayor caudal hidráulico y el sistema Qualitrol para mejorar el
control automático del tripuntal… Buenas máquinas que conquistan el mercado
español y una Motor Ibérica muy crecida, capaz de mirar a multinacionales de
frente.
Así que llega el día que Ford Motor Company no quiere ver “clones”
de sus tractores en España. Motor Ibérica que cuenta con varias “novias” pues
se decide no renovar el acuerdo de colaboración y se ponen “ojitos” a otro
grande, Massey Ferguson. En este momento empezará otra historia que ya se ha
contado. Es el momento de Perkins, de MAINSA, de MASA e incluso Renault, Braud
et Facheux…
Fuente consultada
- Nº 5 de English Electric Lightning of Aviation Classic
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By: Catalán Mogorrón, H.
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