¡Y llegó la última entrada del año 2022 en el Más que Máquina!
He querido que fuese una entrada “sencilla y llevadera”, además versando sobre un tema que “se ve”.
¿Qué es lo primero que aprecias al mirar un tractor? Exacto, su color. La entrada actual tratará sobre la pintura de capós y guardabarros del tractor.
Sí existe un “mundo” donde los colores
son distintivos de marca, este es el mundo agrícola. Todos, casi todos, los
fabricantes se identifican por un color y casi todos los colores han sido
recogidos por estos.
La entrada he querido dividirla en dos entregas; además de la presente, en la próxima semana, y despidiendo el año, se analizarán las tendencias de futuro en pintura.
EN CONTINUA EVOLUCIÓN
El proceso de pintado en vehículos se ha desarrollado en larga
y continua evolución. Por una parte los fabricantes sabían que la diferenciación
en este aspecto les daba la primera ventaja competitiva frente a su competencia;
por otra parte siempre, o casi siempre, se ha intentado avanzar hacia un
proceso más respetuoso con el medio ambiente.
Negro, solo negro: “El cliente puede configurar el color
de su coche con el color que desee, siempre que quiera que sea negro”; Henry
Ford
La importancia de la pintura en vehículos no se queda en la “imagen”, la capa de pintura además de la decoración también protege. Esa cualidad de protección es la que, por ejemplo, permite que el fabricante no recurra a chapas galvanizadas cuando sabe que su sistema de aplicación de pintura le proporcionará una buena y duradera capa; de esta forma con un proceso se ahorran costes.
En constante evolución |
Evolución
Es en la década de los años 20 DuPont de Nemours desarrolla lacas basadas
en nitrocelulosa, que ofrecían gran cantidad de colores con una sencilla aplicación
mediante pistola.
En los años 30 llegaron los esmaltes alquídicos (derivados
de la glicerina) que mejoran en cuanto a rapidez de secado y en la sencillez de
aplicación.
Tras la segunda guerra mundial todo evoluciona rápidamente.
A partir de los años 60 llegan las lacas acrílicas, con colores metálicos; los
esmaltes ganan protagonismo.
En los años 70 son los catalizadores los que aumentan el
rendimiento y ya casi se consigue el proceso actual: capa base y capa
transparente (una capa base de color mediante pigmentos añadidos al esmalte, y
posterior acabado con esmalte trasparente)
A partir de entonces los avances están en algunos
absorbentes de UV para protección de imprimaciones o la adición de pigmentos
antioxidación.
Los últimos años han estado orientados al aumento de la
calidad, a la par que se controlan costes y se vigila la sostenibilidad.
Pintura en polvo y pintura líquida
Si hace unos años las pinturas
eran muy tóxicas, con base disolvente y, casi con seguridad, con plomo en su
composición, en la actualidad las pinturas son cada vez menos nocivas.
Plomo: Se solían añadir compuestos plúmbicos a las pinturas con la
intención de hacerlas más duraderas, más resistentes a la corrosión y conferir
un secado más rápido.
Se sabe de su toxicidad desde hace
siglos, pero solo se prohibió su empleo a mediados de los 70 (aunque todavía se
detectan incluso juguetes con pinturas con plomo)
El saturnismo o intoxicación por
plomo, puede llegar a producir esterilidad, problemas neurológicos, diferentes
cánceres y por último la muerte.
Pintura en instalaciones de AGCO_Hesston |
La pintura en polvo aporta una apariencia de más
calidad. El polvo se adhiere a la pieza, normalmente con mayor grosor, suele
obtener un resultado más resistente.
La pintura en polvo suele emplearse en piezas metálicas
para reducir el efecto de la corrosión. Por supuesto se podría realizar con
pintura líquida pero el efecto de la corrosión no sería tan positivo como con pintura
en polvo.
Además, la pintura en polvo es más barata que la líquida.
También se considera más ecológica puesto que los solventes no están presentes
en la fabricación de la misma.
Pero hay materiales, como los plásticos, que no aceptan la
pintura en polvo, ahí se debe recurrir a la pintura líquida.
La pintura en polvo se aplica mediante pistola
electroestática. Al polvo se le da carga negativa, mientras que la pieza está
cargada de forma positiva. Tras el pintado se mete en un horno de curado y el
polvo ahí se gelifica.
La pintura líquida se aplica mediante espray
teniendo especial cuidado en el goteo. Es una técnica más compleja que la
aplicación en polvo. También puede tener cierto componente electrostático, pero
no tan acentuado como la pintura en polvo.
El secado se puede hacer en horno, pero también al aire. En
cuanto a la etapa previa, el pretratamiento, es igual en ambas.
Cataforesis
Cuba cataforesis |
Consiste en un pintado por inmersión. Las partículas de
pintura cargadas dentro de un campo eléctrico cuyos polos (cátodo es la pieza a
pintar y ánodo el electrodo auxiliar) Se denomina cataforesis al desplazamiento
de los iones hacia el cátodo. La diferencia de potencial determina el espesor
de capa de pintura adecuado; en términos generales el espesor oscila alrededor
de 20 micras.
El proceso de cataforesis solo es aplicable a piezas
metálicas y aporta una gran protección anticorrosiva.
Es un proceso muy automatizado por lo que es barato. Tiene
mucho rendimiento de material (no hay pérdidas) y consigue una gran uniformidad
de espesores.
Pretratamiento, Limpieza
La capa de pintura aplicada se
mide en micras, así que cualquier impureza puede estropear la pintura. Por ello
la
primera etapa en cualquier proceso de pintura es la limpieza a fondo de la
pieza; con ella se eliminan impurezas, grasas y aceites. Es condición
indispensable para conseguir una buena adherencia de la pintura.
Una calidad aún mayor lo da el sistema denominado phosgreen
en el cual se limpian las piezas con productos alcalinos y calientes,
posteriormente se hace con ácido fosfórico. Esta etapa proporciona además
protección contra la corrosión.
Un paso más, en aras de la
máxima calidad, y cuando de piezas de carrocería se trata, es terminar la
preparación pasando las piezas de la carrocería por rodillos con plumas
(normalmente avestruz) u otros materiales que al girar y frotar no genera
electricidad estática puesto que la electricidad podría atraer otras
suciedades.
CLASIFICACIÓN Y TÉCNICAS DE PINTADO
Por tipo de acabado
A día de hoy hay tres acabados habituales: sistemas
monocapa, bicapa y tricapa. Como norma general el acabado monocapa es el menos
costoso y el tricapa el de mayor coste.
Monocapa: Acabado obtenido en
una sola capa. La pintura monocapa se mezcla con un catalizador y se diluye,
ofreciendo en un mismo producto protección (resistencia química-mecánica,
ultravioleta) color y nivel de brillo. Con un acabado monocapa el espesor de
pintura aplicada ronda las 50 micras.
El sistema monocapa es el más económico y el más rápido,
pero también el más limitado. Al proporcionar el brillo la propia pintura, sin
necesidad de aplicar barniz, la pintura monocapa tiene una menor resistencia
química y dispone de una menor variedad de colores, además de que no se pueden
lograr con ella efectos como el metalizado.
Bicapa: Es la técnica más utilizada. Se utilizan dos capas de pinturas. La primera o pintura de fondo es la que aporta el color, y presenta un acabado mate, mientras que en la segunda se da el brillo final, conocida también como barniz o laca. Esta segunda capa también aporta la resistencia química y mecánica de protección. Con un bicapa los espesores pueden ser 15-20 micras más la capa de barniz de 30-35 micras.
Factoría Claas en LeMans |
Con la técnica bicapa se puede dar un acabado efecto sólido,
el más sencillo (y con el que se obtienen los colores tradicionales blancos,
azules, rojos…) o efectos especiales como el metalizado en el cual se adicionan
unos pigmentos metálicos. Y aquí reside su gran ventaja, el gran abanico de
colores y efectos especiales. Por supuesto, el acabado bicapa es más caro que
el monocapa.
Tricapa: Consiste en aplicar dos capas
de color, una primera de color de base y otra de color translúcido; por último,
una capa de laca o barniz. Con el acabado tricapa se aplica una primera capa de
15 micras, otra capa de 15-20 micras y por último el barniz de 30-35 micras.
Con este acabado se obtienen los colores más vivos. Su
inconveniente es la complejidad del proceso además de ser el acabado con mayor
coste.
Xirallic®: Son pigmentos con base de dióxido de
titanio o de hierro, que proporcionan colores fuertes, con brillo intenso,
capaz de intensificarse con luz solar.
¿Se puede distinguir un acabado monocapa de un bi o tricapa?
Distinguir a simple vista un acabado metálico de otro que no lo sea es sencillo, pero entre un monocapa o un bicapa sólido, o entre un bicapa perlado y un tricapa, solo es posible para ojos expertos, por ello, en bastantes ocasiones, cuando acudes a repintar un vehículo, el carrocero debe lijar una pequeña superficie para cerciorarse del tipo de acabado y poder dar un presupuesto más ajustado. Si al lijar se descubren unos restos blanquecinos indica que la última capa aplicada ha sido barniz, es decir bicapa. Si los restos obtenidos son polvos del color de vehículo, indica que es un acabado monocapa.
Por su función
Pinturas de fondo: son
las que se utilizan para realizar la primera capa. Es la pintura que protege al
metal, por eso también se le suele llamar pintura de aislamiento y será la base
de la pintura de acabado.
Pinturas de acabado: Es la
capa que aporta la visión final de los capós y guardabarros.
Xirallic |
Los pigmentos metalizados son partículas de aluminio que
proporcionan mayor opacidad y ese aspecto de metal por reflexión de la luz.
También hay pigmentos conseguidos con partículas recubiertas por titanio y que
dan una apariencia perlada o nacarada.
En la siguiente entrega, próxima semana, se analizarán las
tendencias de futuro en pintura. En concreto se analizarán carrocerías capaces
de cambiar de color, pinturas mate y “negros especiales”
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