Sembradora siembra directa Valtra |
La entrada (post) presente es de esas que gusta leer a "los curiosos"; a aquellos que sienten interés no solo por su entorno o incluso su país, si no por otros diametralmente opuestos.
Hoy toca hablar de un enorme país, Brasil; nada más y nada menos que 17 "españas".
La presente entrada la realizamos entre José Fernando Schlosser (Dr. Ingeniero Agrónomo y Prof. Titular UFSM Brasil) y Heliodoro Catalán Mogorrón (Dr. Ing. Agrónomo)
Lo que hemos pretendido ha sido analizar, ligeramente, las cifras del agronegocio en un país tan cercano culturalmente pero tan dispar en su visión y su fortaleza agrícola como es Brasil.
Estimado lector, esperamos que se sepa sacar provecho o al menos pasar un buen rato con el análisis de un país, Brasil, con un enorme presente y aún más grande potencial de su agricultura a la par que el volumen de negocio que arrastra.
BRASIL Y EL AGRONEGOCIO
Brasil es el 5º país mundial por extensión total, 8,5 millones de km2
(17 “españas”, casi 2 “Unión Europea”, ¡sí, la de los 28 países!) Y no solo Brasil exhibe magnitud física, también presume de músculo económico: Brasil es la 9ª potencia económica mundial por su PIB (1.930.000 millones
de dólares, datos FMI de 2019) Gran parte de ese PIB proviene de su enorme potencial agrícola
y ganadero.
España&Brasil:
PIB: 1.474.000 frente
a 1.930.000 millones de dólares (España/Brasil, datos FMI)
Superficie: 506.000
frente a 8.500.000 km2
Población: 47 frente
a 210 millones de personas
Cifras de agronegocio: Unas cifras impresionantes para recoger el mercado
tanto de fertilizantes, como fitosanitarios, o correctores del suelo, medicinas
veterinarias y por supuesto máquinas agrícolas. Y es que el agronegocio
brasileño supone que el 23 % de su población activa viva de él. La participación del
agronegocio en la cifra final del PIB brasileño es enorme, un indiscutible
pilar de la economía brasileña, hasta el 12 % de su PIB. Además el agronegocio
representa el 20 % de las exportaciones del país.
La actividad del
sector agrícola en combinación con la ganadera, es responsable de 100.000
millones de reales (22.300 M€) (datos de la Secretaría de Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura, SRI)
LA AGRICULTURA BRASILEÑA
La evolución: Una
evolución con aciertos y yerros, pero que han hecho posible pasar de aquella
agricultura “colonial”, en la cual y, sobre todo, se cultivaba caña de azúcar,
a las transformaciones actuales con importantes expansiones de cultivos como
café, soja, maíz… y sin descuidar otros cultivos leñosos.
Si difícil resulta en
cualquier ocasión generalizar hablando de un país, imagínese lo que es
generalizar sobre un país tan grande como Brasil. En Brasil encontraremos zonas
como la región del Cerrado, casi de monocultivo de soja; a zonas como el estado
de Rio Grande do Sul, en el cual lo que destacan son sus arrozales; o bien
encontraremos cafetales dignos de mención en Minas Gerais, mientras que Sao
Paulo presumirá de sus plantaciones de caña, al igual que Bahía de su algodón…
Varios hitos son dignos de
mención en la evolución de la agricultura brasileña:
- En la década de los 60 se “populariza” el uso del tractor. En esta década también aparecen los primeros tractores fabricados en Brasil. Una década en la cual se pasa de cultivar 26 a 35 millones de hectáreas, un crecimiento del 35 % en tan solo 10 años
- En la década de los 70, concretamente en 1973, se crea la Embrapa (Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuaria) Son años en los cuales se consigue juntar en el tiempo y en el espacio, tanto tractores, como implementos, fertilizantes, fitosanitarios, semillas mejoradas… Los resultados ahora, con el prisma que da la visión histórica, fueron exponenciales como demuestra algún ejemplo: en la producción de soja se pasó de 2 millones de toneladas en 1970 a 14 millones en 1980. Aquel boom, que además coincidió con años de excelente remuneración en el mercado internacional, afectará a tierras de Paraná, Santa Catarina, Mato Grosso
- Década de los 80: No puedo Brasil escapar de la crisis mundial; sin embargo, será una década en la cual las cosechas brasileñas se siguen expandiendo, se siguen ganando hectáreas para el cultivo en norte de Mato Grosso, Goiás, en Bahia, Piauí, Maranhao
- Con los años 90 se inicia la agricultura comercial, el mundo de las commodities. Son años de estabilización monetaria, de amplia oferta de financiación para los proyectos agrícolas de expansión. También se ve al comercio exterior como el pilar, el mercado principal de los productos agrícolas. Las áreas de expansión del terreno agrícola siguen creciendo con la esperanza de la exportación. Son años en los cuales se cambia el concepto de producción por el de productividad. Pero si hay un elemento por el que se recordará la década en Brasil es porque durante estos años se produce el boom de la siembra directa. Y es que los tiempos cambian mucho. Si durante “la revolución verde” la tendencia de “moda” hablaba de laboreo, ahora toca el “no laboreo”. Efectivamente la enseñanza de la “revolución verde” preconizando el laboreo como garante de las producciones, chocó rápidamente con la constatación de los graves problemas erosivos en suelos. Meter subsoladores más grandes y “buscar nuevo suelo” en suelos que de por sí, en muchas zonas, eran superficiales, no era la solución. Hubo que razonar; no desproteger el suelo, no retirar la paja del cultivo anterior, ayudar a la descomposición de los restos vegetales. Por supuesto que hubo agricultores sin paciencia para esperar las 3 o 4 cosechas que eran necesarias para ver sus bondades, pero sin duda ha sido la mejor conquista agrícola de la década y aunque el desarrollo venía de los estados de Paraná y Rio Grande, rápidamente se extendería a otras latitudes y se “exportó” la idea a otros estados, así como a países adyacentes
- Se cambia de siglo y se entra en la década de los 2000: El programa e Mais Alimentos; una forma de incentivar la mecanización agrícola y capacitación de la agricultura familiar.
Hoy: El
programa Mais Alimentos (impulsado
desde el gobierno, Anfavea, Associação Nacional dos Fabricantes de Veículos
Automotores, y otras entidades) existe una línea de financiación de máquinas e
implementos para la agricultura familiar que ha llevado al estado actual.
Hoy Brasil es, sin duda,
una potencia agrícola. Sus cerca de 50 millones de hectáreas agrícolas produce
no solo ingentes cantidades de granos, sino que también se ha iniciado en
fruticultura, sobre todo cítricos; ojo a las plantaciones de olivar, viñedo…
Pero ojo
que también se trata de una agricultura de contrastes. Mientras las grandes y
profesionales explotaciones de agricultura comercial se decantan más por caña,
soja y café, la agricultura familiar, menos profesionalizada, pero muy
importante para la economía brasileña, van más a cultivos de uso más cotidiano
(frijoles, mandioca, ajos)
EVOLUCIÓN DE LA MECANIZACIÓN EN BRASIL
Si en líneas
anteriores se analizaba la evolución de la agricultura, es de justicia en este
artículo que se entienda cual ha sido la evolución de la mecanización agrícola
brasileña.
Hasta la etapa de gobierno
de Juscelino Kubitschek (1956-1961) se lleva a cabo una importación de
maquinaria un tanto desordenada, lo que importaba era vender, aunque el
servicio no estuviese garantizado. Con el presidente Kubitschek, considerado el
“padre promotor” de la mecanización, se opta por invitar a Brasil a empresas
mundialmente reconocidas, que dejen en el país un tejido industrial. Aquella
fue una idea que inmediatamente dio sus frutos: estructuración de un parque
automovilístico a su vez generador de puestos de trabajo y catalizador de la “urbanización”
y la clase “consumidora” (si, exacto, a esto se llama capitalismo, ¿y?)
50 años en 5: El equipo de
gobierno de Kubitschek publicará, 1959, el Plan Nacional de la Industria de
Tractores. Son años donde dos marcas dominan el mercado brasileño, Ford y
Valmet. Pero en 1961 se producirán dos importantes hechos que marcan la
mecanización agrícola de Brasil en lo que resta de siglo. Por una parte una
empresa brasileña, la CBT (Companhia
Brasileira de Tratores) inicia la producción de tractores nacionales en
1961. Justo ese año aparecerá un icono de la tractorización brasileña, el
Massey Ferguson 50, bautizado como Cinquentinha
como homenaje al eslogan desarrollista de Kubitschek “50 años en 5”.
Durante
el periodo correspondiente al régimen militar (1968-1976) se iniciará también
la actividad fabril nacional para cosechadoras, y en cuanto a los tractores se
alcanzará un pico de producción. Con
los “padres” indiscutibles de la mecanización agraria (tractor y cosechadora)
el resto de máquinas también inician un periodo de pujanza, la industria local
va tomando fuerza, justo el objetivo buscado, la “revolución verde”.
Milagro económico brasileño “plante que el gobierno es
garante”: Los tractores se suceden y se van
adaptando a los tiempos. De aquellos tractores robustos, conquistadores de
tierras del centro oeste en la década de los 60, se pasará a tractores un poco
más modernos que reflejan la década de éxito de los 70: crédito abundante,
ventajas fiscales, un país lanzado a “la modernidad” con un PIB que crece
¡entre el 5 y el 14 % anual!... se trata del “milagro económico brasileño”. Un
milagro que sigue capitaneado por la soja. Se desarrollan fábricas de alcohol,
salvado y aceite asociadas a la soja. Con el alcohol se ve la alternativa del
país a la crisis del petróleo; de ahí se crea Proálcool, y que a su vez
desarrollará otro cultivo energético, la caña de azúcar.
Las superficies agrícolas
siguen creciendo, no en vano el eslogan imperante es “plante que el gobierno es
garante”; esto anima sobremanera a los colonos que compran tractores para arar
tierras hasta entonces incultas, desbravando la selva del centro oeste
brasileño.
Estalla la burbuja:
llega la década de los 80, la burbuja se desinfla. En 1981 el PIB desciende un
4,3 %; la inflación sube al 110 % (en 1993 llegaría al ¡2490%!). La crisis
mundial azota a todo el mundo, los inversores extranjeros se marchan, las
inversiones se paralizan. La deuda externa crece y crece, los intereses siguen
el mismo camino. El milagro económico acaba; a los 80 se le llamará la década
perdida.
Pero aquella crisis,
también energética, trajo nuevas ideas, los tractores “grandes” capaces de
levantar más suelo que las lluvias se encargaban de arrastrar se constata que
es una política inservible. La década de los 90 se suceden las nuevas
tendencias, mínimo laboreo, siembra directa, corrección de los suelos gastados
por los excesos anteriores.
Además, en la década de
los 90 vuelve también a Brasil la democracia, una década donde se constata que el
mundo es cada vez es más pequeño, más globalizado.
La etapa de la consolidación: En 1994 se pone en marcha el Plan Real para controlar la
hiperinflación. Las medidas, unido a la bonanza económica mundial, vuelve a
atraer las inversiones extranjeras que pasan, a final de la década a 30 mil
millones de dólares.
Con la llegada del siglo
XXI se inicia la etapa de la consolidación. Las producciones de grano siguen creciendo
y llegarán a 150 millones de toneladas en 2010. También la caña de azúcar pasa
en la primera década del XXI de 255 a 600 millones de toneladas.
Se sigue apostando por la
gestión moderna del campo. Un ejemplo es el proyecto Aquarius que está realizado
bajo el marco de una alianza de la universidad, concretamente la Universidad
Federal de Santa María, con cooperativas de productores y otras empresas. Este
proyecto será pionero en la orientación hacia la agricultura de precisión.
Hasta aquí la 1ª parte de la mecanización de la agricultura en Brasil. En la 2ª parte se analizará el mercado brasileño de maquinaria agrícola hoy.
Felicitaciones Helio y Fernando
ResponderEliminarGracias por comentarios tan amables y alentadores.
EliminarMuy buena revisión histórica de la agricultura y la mecanización en Brasil. Como los autores dijeron correctamente, hubo errores y éxitos, pero creo que hoy estamos en un camino consolidado de crecimiento estable. Felicitaciones Heliodoro y Schlosser.
ResponderEliminarGracias amigo Arno por la benevolencia de tu visión sobre el artículo. Espero que la 2ª parte también sea de tu gusto.
EliminarAbrazos