jueves, 26 de julio de 2018

COSECHADORAS DE CEREALES. AYER, HOY Y ALGUNAS PINCELADAS DE MAÑANA (2ª parte)

En la 1ª parte se analizaron los cambios producido en los últimos 90 años en una cosechadora de cereal deteniéndose en el cabezal de siega, sistema de trilla y limpieza, tolvas de almacenamiento y gestión de residuos. En esta 2ª parte se analizan los cambios producidos en las motorizaciones, transmisión de movimiento, neumáticos y cabinas. 

¿Y EN CUANTO A MOTORES, TRANSMISIONES…?
Motorización
Pues los motores siguen teniendo pistones y válvulas pero… El motor se ha ido optimizado, el material del bloque, la forma de los cilindros, el cubicaje y los cm3 necesarios para dar un caballo, los sistemas de inyección…
Régimen constante: Efectivamente bastantes cosas han cambiado en los motores de ayer y de hoy pero, es curioso, las cosechadoras siguen trabajando a régimen constante.
Disposición: El motor “siempre” aparece colocado “allí arriba”; ¿por qué? Pues para conseguir que le llegue el aire más limpio posible amen de refrigerar mejor.
Potencia: Se inició una escalada en la potencia de las máquinas y el proceso continúa. De aquellas anchuras de corte de 2 y 3 m con motores de 50 CV se ha llegado hasta los casi 300 CV actuales. La necesidad de potencia es porque se hace necesario alimentar a elementos “grandes y tragones” como los cortes que hoy triplican en longitud a los de antaño; sistemas hidráulicos complejos; cabinas presurizadas y climatizadas… no hay comparación posible.
La cosechadora también ha sufrido la normativa del control de emisiones y así han tenido que ir metiendo common rail, catalizadores, turbos de geometría variable, válvulas EGR, adicción de agentes reductores como la urea, DPF… y mucha electrónica.
Transmisión del movimiento
Lely-Mähdrescher (Wikipedia)
Transmisión para el desplazamiento: Tradicionalmente el movimiento desde el motor hasta las ruedas ha llegado a cargo de sistemas totalmente mecánicos. Por la disposición tan lejana entre motor, caja de cambios y ruedas, se recurría a un conjunto de correas y poleas que giraban a gran velocidad para transmitir suficiente potencia. Al ser las cosechadoras máquinas que trabajan a régimen constante del motor, no es viable utilizar la variación de régimen como variador de la velocidad de desplazamiento. Así que tocaba variar la velocidad de avance mediante un variador mecánico de correas. En cuanto al cambio de sentido y también en las maniobras se debe recurrir al pedal del embrague y a la palanca de cambio de marchas.
El panorama ha cambiado. Ahora todas las cosechadoras incorporan transmisión hidrostática con la consecuencia de la eliminación de todas las poleas y correas para este menester. Un conjunto de bomba y motor hidráulicos accionados desde una sencilla caja de cambios que ya ni tan siquiera tiene marcha atrás (la bomba es reversible y puede cambiar el flujo del aceite) y que también consiguen que desaparezca el pedal del embrague.
Fendt Ideal 9T con ancho de corte 12,2 m
Transmisión hasta los componentes: Desde la fuente de potencia, el motor de combustión, hay que llevar movimiento a todos aquellos órganos de la cosechadora que la necesitan: cabezal, sistema de trilla y limpia… En el origen, todos los componentes recibían la potencia desde el motor a través de poleas y correas. Hoy sigue siendo la forma más común aunque con variedad de aspectos. Por ejemplo tradicionalmente las conexiones de trilla y descarga se realizaba mediante un sistema de varillaje que conducían a un tensor que a su vez tensaba una correa; esta correa al ser tensada se hacía solidaría con la polea motriz a la que rodeaba sin tocarla y entonces transmitía el movimiento hasta que el tensor era de nuevo movido manualmente y destensaba de nuevo a la correa. En la actualidad el sistema mecánico de actuación sobre el tensor de la correa principal del sistema de trilla, de descarga o de alimentación se ha sustituido por un actuador hidráulico modulado que tensa la correa con suavidad hasta que se hace solidaria.
Variador
También han aparecido otros sistemas de conexión más sofisticados como las conexiones por medio de embragues; en estos sistemas las correas están siempre tensadas y cuando se conectan los embragues, la polea comienza a transmitir el movimiento suavemente sin que haya fricciones o patinamiento en la correa. En otros casos se sustituye la transmisión de potencia mediante correas y poleas por ejes cardánicos y cajas con piñones cónicos en baño de aceite. Son más eficientes (no hay resbalamiento) pero son más costosos y complejos. Otro avance es recurrir a sistemas hidrostático, utilizando una bomba y un motor hidráulico. Es un sistema complejo, pesado y costoso pero que gracias a la tecnología de bombas y aceites actuales, cada vez más eficiente.
Neumáticos
Ruedas tenían y ruedas tienen, pero paulatinamente ha ido creciendo el tamaño y también el índice de carga. Un continuo crecimiento acompañando al tamaño de la cosechadora.
El neumático de una cosechadora no tiene una “vida fácil”: el trabajo en laderas, ciclos de carga y descarga, mucho peso… En la actualidad se ha llegado a un límite constructivo y ya con cosechadoras más grandes la disposición tradicional no aguanta tanto peso, así que se obliga recurrir o bien a los neumáticos gemelos o bien a la banda de goma.
Cabina
Aquí no solo se puede hablar de “avances” si no de pasar de un toldo de lona a auténticas “naves espaciales”. Si los primeros “cosechadores” iban “bien abrigados” en pleno mes de julio junto al motor de la cosechadora hoy se disfruta de climatización y un nivel de ruido como en el salón de tu casa.
Las cabinas han conquistado “el centro” y ahora va centrada en el eje de la máquina.
En cuanto a la climatización pues de aquellos toldos de lona, hasta hoy cuando todavía se ve alguna “reliquia” con sistema de evaporador (se pasa aire del exterior por un filtro húmedo que al evaporarse absorbe calor y baja unos grados la temperatura del aire) pero que en cualquier máquina nueva incorpora aire acondicionado o climatizador.
¿Y los asientos? Pues otro tanto, de aquellas cazoletas metálicas al asiento de suspensión neumático. También se ha popularizado el asiento del acompañante. A todo ello hay que sumar la insonorización, visibilidad, cámaras de tv, automatización de funciones… En fin, otro mundo.

¿Y PARA EL FUTURO?
Mi opinión y viendo como evolucionan las ofertas de los principales fabricantes apuesto porque se seguirá avanzando en diseño de cabinas. La idea sigue siendo incrementar la comodidad del operador, también la seguridad por lo que las mejoras se encaminan a conseguir un control aún más intuitivo de la cosechadora. Se aumenta la visibilidad e incluso se añade al piso de la cabina un vidrio autolimpiable para tener control del material embocado.
El volante desaparece y se reemplaza con un solo joystick de dirección que mejora la maniobrabilidad precisa de la cosechadora.
Se seguirá incrementando la capacidad de iluminación nocturna en base al perfeccionamiento de los focos LED´s que en conjunto con las cámaras de control y los espejos panorámicos proporcionan visión 360º más visión de componentes.
Seguirán creciendo las áreas de limpieza y trilla y se introducirán métodos neumáticos para eliminar la paja del grano. El cóncavo poco más puede envolver al rotor pues con las cifras actuales en torno a los 270-275 º apenas más se puede hacer.
Seguirá creciendo la potencia pero por supuesto solo en aquellas cosechadoras grandes que operen en campos muy extensos. En este caso seguramente se va a cosechadoras pivotadas con un diseño de tolva separada del resto de la máquina. Estas máquinas grandes incorporan dos motores de combustión interna para conseguir una potencia sin igual pero con motores de 6 cilindros “convencionales”
Los sistemas de expulsión de paja picada mejoran en cuanto a una mejor distribución de los residuos para facilitar su descomposición.
Agradecimientos:
Este artículo se debe atribuir a un superprofesional ingeniero de New Holland, Juan María Marugán. Cualquier cosa que como lector te haya gustado será mérito de JuanMari; en cuanto a los errores, no lo dudes, son obra exclusivamente mía.
Bibliografía:

martes, 17 de julio de 2018

COSECHADORAS DE CEREALES. AYER, HOY Y ALGUNAS PINCELADAS DE MAÑANA (1ª Parte)

¡VAYA 90 AÑOS!
¿Cómo presagiar que si hasta 1930 el cultivo del cereal había tenido una tan lenta evolución, fuesen los últimos 90 años de tal “aceleración evolutiva” que solo pueda calificarse de espectacular?. En los últimos 90 años se ha pasado de una recolección totalmente manual a "no pisar la tierra".
¿Las claves? pues la revolución industrial, mecanización y aspectos sociológicos.
Este artículo lo he dividido en dos entradas, la presente o 1ª parte, se encarga de analizar los cambios que se han producido en los últimos 90 años en el cabezal de siega, sistema de trilla y limpieza, tolvas de almacenamiento y gestión de residuos. En la 2ª parte se analizan los cambios producidos en las motorizaciones, transmisión de movimiento, neumáticos y cabinas. 

DEL PASADO AL PRESENTE O ¿REALMENTE Ha cambiado todo tanto?
Las evoluciones se producen de forma paulatina, paso a paso; esta mejora incrementa la productividad, aquel avance lidera la comodidad, este otro la eficiencia…
Anteayer: Previo a la máquina autopropulsada ya se disponía, aunque no de forma “universal”, de segadoras, segadoras-atadoras, aventadoras, trilladoras…; aquellas máquinas evolucionaron hasta conseguir el “todo en uno”: la cosechadora.
La trilla (Arquifolk)
Cabezal
Desde su primer diseño, su función es la de recoger la mies, cortarla y conducirla a la garganta de alimentación.
Centremos nuestra atención en el cabezal más común, el de cereal, que se compone de un molinete que recoge la mies y la sujeta, al que se le añade un sistema de corte que es una barra de cuchillas y unos dedos, también de un sistema de transporte hasta el embocador.
Molinete: No es que haya cambiado mucho pero si antes era de accionamiento mecánico hoy lo es hidráulico. Cuenta con una función de avance proporcional al de la cosechadora. Por supuesto es regulables en altura y en avance y si antes o bien no se podía regular o si se regulaba lo hacías desde abajo y manualmente, hoy admite regulación desde la propia cabina.
Fendt Ideal
Sistema de corte: "ayer" se accionaba por unas excéntricas y bielas exteriores; "hoy" se hace con cajas de accionamiento donde la excéntrica está en baño de aceite. El sistema permite un mayor número de cortes por minuto y una mayor calidad de corte pues no se inclina el rastrojo.
Los cabezales cada vez más anchos acarrean como consecuencia que la barra de cuchillas se pueda ofrecer en versión rígida (la tradicional que se une a la plataforma de corte fija y que es “totalmente recta) o bien en la versión flexible en la cual la barra de cuchillas se puede adaptar al terreno siguiendo sus deformaciones y que es una solución ideal para cultivos cortos o con tendencia al encamado.
Transporte: son los componentes encargados de conducir la mies hacia el embocador. En los inicios el sistema consistía en un sinfín transportador con dedos retráctiles. Actualmente el sistema sigue vigente aunque el diámetro del cilindro ha aumentado mucho. También han aparecido otros sistemas mediante cintas.
El sinfín tiene asociado el problema de provocar una alimentación irregular, para remediarlo se han desarrollado sistemas de variación de la distancia de la barra de cuchillas y el sinfín (variación de la longitud de la plataforma de corte); proceso que se realiza desde la cabina.
Ventas, por marca, de cosechadoras en España 2015-17
Otros elementos incorporados en la actualidad son los palpadores que consiguen que el cabezal se auto regule leyendo el contorno del terreno sin que el operario deba estar permanentemente pendiente del ajuste de la altura de corte.
Garganta de alimentación
Formada por un conjunto de barras o rastreles unidos por varias cadenas. La configuración poco ha variado en estos 90 años aunque el tiempo se ha decantado por incrementos considerables en su longitud buscando aumentar, mejorar, la visibilidad desde cabina del cabezal de corte.
A través de la garganta se conduce la mies hacia el sistema de trilla a la vez que también regula la altura del cabezal.
Sistema de trilla y separación
Trilla: En el pasado el sistema consistía en un conjunto formado por el cilindro desgranador dotado de las barras desgranadoras y un cóncavo que es una superficie enrejillada para crear el efecto de trilla. Tras este conjunto se disponen unos sacudidores para separar el resto del grano que aún quedaba entre la paja larga. Pocas eran las regulaciones posibles en las cosechadoras de antaño, se podía ajustar el régimen de giro y la separación entre el cóncavo y el cilindro. Con los ajustes lo que se persigue es variar la intensidad de trilla y adaptarse a los diferentes cultivos y condiciones de humedad y temperatura.
En la actualidad el sistema sigue vigente pero al cilindro desgranador principal con su cóncavo se suele complementar con otro cilindro posterior, o incluso anterior, al principal. La idea es tener más capacidad de trilla. Las regulaciones principales siguen siendo las mismas. La gran variación viene desde el punto de vista constructivo ya que además de la anchura del conjunto el cilindro ha aumentado considerablemente en diámetro, también ha variado el número de barras y la superficie del cóncavo.
Separación: La cosechadora más popular dispone de un sistema de trilla por fricción. Con esta filosofía y diseño, trilla por fricción, no es defendible que haya habido muchas diferencias con el paso del tiempo, el concepto sigue siendo el mismo. Tras el conjunto de cilindros se dispone una serie de sacudidores... pero hay diferencias.
Si en el pasado el régimen de giro de los sacudidores iba marcado por una relación de transmisión fija y por lo tanto por las revoluciones del motor; en la actualidad se tiende a poder variar el régimen de sacudida.
Analizando el diseño de los sacudidores se puede hablar de aquellos que son de fondo cerrado (más pesados y rígidos) o de fondo abierto (más ligeros) Los de fondo abierto llevan una mesa de recogida del cereal separado y son actualmente menos populares que los de fondo cerrado.
El número de sacudidores determina en primera aproximación tanto la anchura de la cosechadora como el tamaño.
Trilla axial: Diferente al sistema de trilla por fricción se encuentra el de trilla axial y que basa su eficiencia en la fuerza centrífuga. En este caso no se utilizan ni cilindros desgranadores ni tampoco sacudidores, una consecuencia es que la cosechadora axial rompe menos grano que la convencional. El sistema axial es imbatible en determinadas escalas pero el convencional se ajusta mejor a condiciones medias.
En el caso de cosechadoras de flujo axial se somete a la mies a dar vueltas completas de rotación en el interior de un rotor. El giro del rotor somete a la mies a una fuerza centrífuga que hace que el grano más pesado salga al exterior y la paja se queda en el interior hasta el final del recorrido. El rotor puede ir en disposición transversal al avance o incluso en el exterior de la cosechadora o, lo común, en disposición longitudinal.
Como alternativa está el denominado sistema “híbrido” en el cual se combinan los dos modelos de trilla. En este caso una trilla convencional ocupa la primera etapa y en el segundo paso se eliminan los sacudidores y se ponen los rotores de separación. Es decir se eliminan los sacudidores pero no el cilindro-cóncavo
Limpieza
En la cadena de acciones que es una cosechadora, ahora toca limpiar el material trillado y que ha llegado desde la sección de trilla.
Las primeras cosechadoras heredan para la limpieza el sistema que ya tenían las máquinas estáticas aventadoras y que consiste en una serie de cribas que separan la paja del grano y de un sistema de realimentación para enviar de nuevo a la trilla los granos no separados de la espiga. El sistema consiste en un sistema de vaivén más una corriente de aire generada por un ventilador que es el que avienta.
En la actualidad el sistema ha evolucionado un poco. Para empezar existe un sistema de compensación de pendientes laterales para mantener las cribas en horizontal y así evitar el movimiento del grano hacia el lado de la pendiente. Todo el conjunto de limpieza está dispuesto en un conjunto que se viene llamando cajón de cribas, soportado en tacos de goma o silent blocks sobre el chasis de la cosechadora para tener ese movimiento de vaivén.
El cajón de cribas de una cosechadora moderna consta de dos módulos, uno para cada criba. Cada módulo tiene movimiento de vaivén pero con movimiento contrapuesto para compensar y anular en parte las vibraciones.
La superficie de cribas ha aumentado como también lo ha hecho los saltos del material trillado, con cada caída más la corriente de aire generada por los ventiladores se va estratificando el material consiguiendo una limpieza muy completa.
Compensación de pendientes: Para cosechadoras que trabajan en laderas existen varios sistemas para compensar pendientes exteriores. Uno de estos sistemas es mediante autonivelación del cajón de cribas y así conseguir que todo el cajón esté siempre en posición horizontal.
El otro sistema consiste en nivelar toda la cosechadora, entonces un sistema de balanceo en el eje delantero permite mantener constante la capacidad de limpieza y mucha comodidad al operario que siempre va en horizontal pero es un sistema costoso y que también limita la capacidad de carga de la cosechadora.
Sistema de almacenamiento de grano y descarga
Aquellas primeras cosechadoras que se admiraban en los campos de 1930-1940 iban incluso sin tolva para el grano. Un operario subido en una plataforma iba llenando de grano limpio los sacos, que una vez llenos y atados, los tiraba al suelo para que otro equipo lo recogiese.
En pocos años se sustituye el sistema con la dotación de la máquina de tolvas de almacenamiento con descarga mediante tornillo sin fin.
Hoy el sistema continúa igual pero con tolvas que han ganado mucho en capacidad así como la velocidad de descarga pudiendo apurar una tolva en menos de 2 minutos.
Gestión de los residuos
En las primeras cosechadoras la paja, sin más, se expulsaba por la parte trasera. En la actualidad a la paja se le da otros tratamientos para optimizar su aprovechamiento en alimentación y camas para el ganado. Actualmente todas las cosechadoras llevan sistema de picado y esparcido tanto de la paja larga como del tamo de las cribas. En realidad en esta labor es cuando empieza la cadena de labores si se hace laboreo de conservación o de siembra directa.
A la paja se le ve como una fuente para restituir parcialmente los nutrientes utilizados. Conseguir un buen esparcimiento con picadores y esparcidores es marchamo de calidad de cosechado.
Bibliografía:
Cosechadoras, ¿hay algo de nuevo?: Parte I y Parte II
Cosechadora Maag Mitos



martes, 10 de julio de 2018

¿SABES CUAL ES EL PRECIO MEDIO DE LAS TIERRAS EN ESPAÑA Y EUROPA?

Precios de la tierra en Europa (Terre net - Eurostat)
Código color: rojo más oscuro corresponde precio más alto
PRECIO MEDIO DE LA TIERRA AGRÍCOLA EN ESPAÑA
Cada cual controla los precios de su zona, pero siempre es interesante conocer los precios medios que se dan en a nivel autonómico, España o incluso otros países europeos.
Los datos que figuran en este pequeño reportaje corresponde al informe emitido por el Ministerio de Agricultura en España así como el informe de EuroStat. El informe del Ministerio español se corresponde a la Encuesta de Precios de la Tierra que se hace de forma periódica; ahora se han publicado los precios correspondientes a la encuesta de 2016. Los precios de la tierra se refiere a los precios de tierras agrícolas es decir aquellas tierras cultivables o que son pastizal permanente.
En esta encuesta se recoge que el precio medio de las tierras, durante el 2016 y en comparación al 2015, aumentó un 1,2%, lo que supone 131 €/ha en términos corrientes, hasta una media de 10.582 €/ha
Considerando un factor de corrección por la inflación (deflactor del PIB del 0,7 %) los valores obtenidos, en términos constantes, para el precio medio en España es de 10.418 €/ha. Un precio que es el más elevado desde 2011 (entonces el precio medio de las tierras obtenido por la misma encuesta fue de 10.358 €/ha) Es decir que en el último sexenio considerado el precio ha subido 224 €/ha.
Diferencia entre precios corrientes y constantes: En economía se habla de precios corrientes cuando se define el precio de un bien según su valor nominal en el momento considerado. Precio constante es aquel que tiene en cuenta precios considerados en periodos distintos por los que hay que corregirlos por la inflación o deflación que pueda existir entre periodos.
Resulta interesante “desgranar” la encuesta por cultivos, sistema de riego, Comunidades…
Por cultivos:
Precios al alza: El precio medio se incrementa en 17 de las 25 categorías de cultivos. Estas 17 categorías tienen un peso total del 73,1% sobre el precio medio. Destaca el fuerte ascenso del fresón (pasa de 53.921 €/ha a 121.584 €/ha, ¡alza del 125,5%!) También el olivar de transformación en regadío aumenta aunque lo hace de forma mucho más comedida, un 7,5% hasta 42.413 €/ha (otro tema es el olivar de secano). Cifra similar a la obtenida por los frutales de fruto seco que repuntan el 7% en regadío, hasta 25.572 €/ha, y 4,6% en secano, hasta 8.695 €/ha.
Fuente: Ministerio de Agricultura
En cuanto a las tierras de labor también registran aumento pero con incrementos muy moderados, el 2%, hasta 8.661 €/ha; el peso de esta partida, tierras de labor, es muy considerable.
Las tierras para aprovechamiento como alimentación del ganado también suben. Los pastizales lo hacen en un 0,8% hasta 3.197 €/ha. Y los prados naturales de regadío ascienden hasta los 12.044 €/ha, el 1,9%; mientras los prados naturales de secano apenas se mueven y se siguen cotizando al precio medio de 11.366 €/ha.
Alzas moderadas en frutales cítricos, 1,2%, hasta 38.398 €/ha (naranjo regadío 35.946 €/ha; mandarino regadío 35.508 €/ha; limón regadío 53.780 €/ha)
El viñedo de transformación de secano repunta un 1,6% hasta 14.229 €/ha
Precios a la baja: En cuanto al viñedo de mesa existe un retroceso del 24% en secano; en la encuesta del 2016 retrocede hasta 12.108 €/ha; tampoco se salva el viñedo de mesa en regadío que retrocede un 3,9% hasta 31.635 €/ha.
El olivar de secano cae en su apreciación, un 3,8% hasta 19.619 €/ha.
Secano-regadío:
Los precios medios para tierra de secano está en 7.750 €/ha, mientras que la de regadío se valora a 26.988 €/ha.
De estas “los pesos” más importantes corresponden a las tierras de labor de las cuales las de secano se valoran en 6.916 €/ha y las de regadío 18.067 €/ha
Por Comunidades:
El precio medio aumentó un 1,25 % en la media nacional. Analizando por comunidades autónomas, son 12 en las que el precio asciende, 3 en las que baja y 2 en las que no se modifica. Las 12 comunidades en las cuales el precio asciende representan el 94,5% de la superficie total nacional.
Los aumentos más espectaculares se dieron en Baleares (+4,9%), Galicia (+3,5%) y La Rioja (+3,3%)
En el otro lado de la balance, los descensos, se vieron, de mayor a menor, en País Vasco (-4,7%), Cantabria (-0,8%); Asturias (-0,6%)
La Comunidad con la tierra más cara es Canarias (66.571 €/ha) seguida de la Comunidad Valenciana (20.233 €/ha) Andalucía (19.971 €/ha) y Baleares (19.406 €/ha)
 
Fuente: Ministerio de Agricultura 
¿Y EN EUROPA?
Para los precios en los diferentes países y regiones europeas me he basado en el completo informe que he leído en la revista Terre net. Dicho informe repasa, región por región, la variación de los precios de la tierra cultivable en Francia y también en otros 22 países europeos.
Eurostat: Se trata del servicio estadístico de la UE. En el informe de Eurostat publicado a finales de marzo 2018 no se han incluido países como Bélgica, Alemania, Chipre, Malta, Austria y Portugal por no tener datos de ellos.
La revista Terre-Net si ha incluido a Alemania por haber obtenido los datos directamente del Ministerio de Agricultura alemán.
Tendencia: Los precios se han duplicado o incluso triplicado en tan solo cinco años. Según Eurostat la razón hay que encontrarla tanto entre factores nacionales como la legislación o las comunicaciones, como en otros más “geográficos” y “edáficos” como pueden ser el clima, la calidad del terreno, pendiente, drenaje…
El precio de la tierra, como en todo mercado, se define por la ley de oferta y demanda aunque también se deben tener en cuenta otras políticas como por ejemplo las regulaciones que algunos países ponen a las adquisiciones extranjeras y así intentar proteger su agricultura.
Enormes variaciones en Europa:
Lo que primero salta a la vista al leer el informe Eurostat son las enormes variaciones que existen entre países europeos. El estudio es muy interesante y conveniente, a la vez que espectacular, comprobar variaciones desde el sur europeo, Andalucía, hasta Bulgaria o las tierras negras rumanas.
El país donde más incremento se ha registrado entre 2011 y 2016 ha sido en Chequia; allí los precios se han llegado a triplicar. También Hungría, Lituania, Letonia y Estonia han duplicado sus precios.
Precio medio (punto rojo) de la tierra agrícola 2016 y variación mínima y máxima (x1000) (Fuente Eurostat)
Los países más baratos:
Los países más baratos son Rumania, Estonia, Croacia y Lituania. En estos países se paga menos de 3.000 €/ha. Especialmente llamativo es el caso de Rumanía, país en el que solo se llega a pagar 1.958 €/ha
Muy bajo en Francia: Sorprende, al menos a mi me ha sorprendido, ver los bajos precios franceses sobre todo al compararlos con los italianos o incluso con los españoles. El precio medio en Francia solo llega a 6.060 €/ha, cuando en Polonia son 9.100 €/ha o en Eslovaquia 12.000 €/ha.
Particularmente me ha chocado comprobar como en “países vecinos” hay tanta variación: en Francia el precio ya comentado de 6.060 mientras que en Holanda para adquirir una hectárea hay que pagar ¡63.000 €/ha!, ¡10 veces más!
Los más caros:
Por las nubes están los precios en Holanda con la cifra ya nombrada de 63.000 €. También en Italia y Luxemburgo hay que rascarse bien el bolsillo para comprar terreno.
Por regiones:
Hay una enorme variación de precios según regiones en un mismo país. Así por ejemplo en Italia los precios oscilan entre los 18.022 €/ha hasta los 65.759 €/ha (Lombardia) y los 108.611 €/ha (Liguria). En Holanda desde 16.498 a 77.834 €/ha (con una media de 62972 €/ha) Alemania desde 9.401 a 51.945 €/ha (media de 22.310 €/ha) Francia desde 2.600 a 12.680 €/ha (media de 6.060 €/ha)
Y si lo que buscamos es la región más barata la encontraremos en Bulgaria, región de Yugozapaden donde una hectárea se adquiere por un precio medio de 1.165 €

TIERRAS DE ALQUILER
Al igual que el precio de la tierra cultivable, el precio anual del alquiler de una hectárea de tierra agrícola varía mucho de un Estado miembro a otro, así como de una región a otra dentro del mismo Estado.
En los países bajos es donde más se paga el arrendamiento; allí una hectárea se arrienda por 791 €/año. El promedio regional más alto se da también en Holanda pero concretamente en la región de Flevoland donde se pagan 1.536 €/año de media.
En la otra parte, donde los arrendamientos son más bajos, es en Letonia con 46 €/ha y año. La región menos costosa de arrendar están en Suecia, siendo MellerstaNorrland y Övre Norrland con 28 €/ha y año.
Al igual que ocurre con los precios de la tierra, es más barato alquilar pastizales permanentes que tierras cultivables.
 
Precio medio (punto rojo) de arrendamiento de la tierra en Europa (Fuente EuroStat)
Fuentes consultadas:
  • Eurostat
http://ec.europa.eu/eurostat/web/agriculture/overview