No toca, tocado y Takata:
Si, ya sé que hoy no tocaba. Me refiero a que suelo espaciar las entradas o post una semana y hoy no tocaba. Pero es que hoy "el que estoy tocado" soy yo con la noticia sobre Takata.
Por eso he querido hacer esta entrada que es mas bien "un pensamiento en voz alta". Entiéndalo el lector y entíendame a mi. En realidad esto no es raro en mi, ya me ha pasado alguna vez y el Más que Máquinas ha tenido que "sufrir mis neuras" o acaso no recordáis cuando casi fuimos primicia mundial (he dicho "casi") con el tema de las Emisiones Trucadas de Wolkswagen
Si, ya sé que hoy no tocaba. Me refiero a que suelo espaciar las entradas o post una semana y hoy no tocaba. Pero es que hoy "el que estoy tocado" soy yo con la noticia sobre Takata.
Por eso he querido hacer esta entrada que es mas bien "un pensamiento en voz alta". Entiéndalo el lector y entíendame a mi. En realidad esto no es raro en mi, ya me ha pasado alguna vez y el Más que Máquinas ha tenido que "sufrir mis neuras" o acaso no recordáis cuando casi fuimos primicia mundial (he dicho "casi") con el tema de las Emisiones Trucadas de Wolkswagen
EL DESASTRE DE
TAKATA
De un tiempo a esta parte, supongo que por la edad, me
cuestiono cosas que jamás me había cuestionado. Una de ella es la
“infalibilidad japonesa”. Si, ya sé que suena a “gilipollez” pero yo, por
diversas razones, siempre tuve a los japoneses en muy alta estima, todavía los
tengo. Así que noticias como la que se ha confirmado este mismo lunes (aunque
era la crónica de una muerte anunciada desde hacía al menos 2 meses) de que Takata
se declara en bancarrota no dejan de sorprenderme.
¿Qué quien era
Takata?: Pues quizá el principal fabricante de airbags del mundo, pero Takata
no es una nueva empresa. Llevaba compitiendo en el panorama internacional al
más alto nivel nada menos que 80 años. Hoy, o mejor dicho ayer, Takata es,
mejor dicho era, un fabricante japonés que tras los problemas detectados en
coches fabricados con airbags fabricados por ellos ha ido acumulando pérdida
tras pérdida en la bolsa de Tokio y hoy mismo, 26 de junio, se ha declarado
oficialmente en bancarrota.
Da la casualidad que el mismo viernes yo recibí una carga de la Dirección General de Tráfico diciéndome que mi coche podía tener defectos en los airbags… ¿adivináis quien los ha fabricado? Exacto, Takata.
Da la casualidad que el mismo viernes yo recibí una carga de la Dirección General de Tráfico diciéndome que mi coche podía tener defectos en los airbags… ¿adivináis quien los ha fabricado? Exacto, Takata.
Uno de los problemas de los airbags de Takata es que
cuando se despliegan en caso de accidente llegan a proyectar el mecanismo
interno metálico a la cara del ocupante causando ya varias muertes que han sido
confirmadas y atribuidas al mal funcionamiento del airbags.
Aunque Takata dejó de cotizar en la bolsa de Tokio el
pasado viernes 23, hoy es cuando ha comunicado su bancarrota.
Parece ser que Takata seguirá fabricando pero es la empresa
norteamericana Key Safety Systems quien compa a la
japonesa por una cantidad que rondará los 1300 millones de euros pero Key
Safety Systems no compra ni “hereda” la responsabilidad civil por las
muertes y sus correspondientes indemnizaciones por los dispositivos
defectuosos. Y por rizar “más el rizo” quizá alguien piense que “los
americanos” salen victoriosos tras la compra de “la japonesa”… pues no es así
porque en realidad Key Safety Systems tiene poco de americano pues está inmersa
en la esfera de acción de Ningbo Joyson Electronics… ¡qué
son chinos! Así que toda la filosofía ZEN del grupo y su máximo responsable,
Shigehisa Takada, quedan en entredicho. ¿O no?
CULTURA PRODUCTIVA JAPONESA
Sin remontarme más en el tiempo y solo contemplando la historia moderna
de Japón se observa como a comienzos del siglo XX ya el país Nipón es un país
económicamente avanzado pero encorsetado en una cultura muy tradicional moldeada
por el sintoísmo (una religión con muy poco dogma pero con ritos sociales muy
definidos: la memoria a los antepasados, respeto a los mayores y culto al
emperador)
Los japoneses han “presumido” y han adaptado el progreso pero con su
enorme bagaje ideológico y cultural. Era una forma de decir “si al despliegue
económico y tecnológico pero con nuestra cultura tradicional” Mientras el
capitalismo occidental basado en el individualismo, el interés particular el
japonés se asienta en la comunidad y la “fuerza del grupo” por eso cuando llega
el fracaso el perdón se pide públicamente con respetuosas reverencias.
Los Zaitbatsu y los
Keiretsu:
El sector industrial japonés está reunido en grandes conglomerados que
agrupan a empresas pequeñas y grandes pero con un enorme cruce de acciones
entre ellas. En esos conglomerados también hay bancos que son los que financian
al grupo. Los bancos no son “autónomos” como en la cultura occidental si no que
también está participado por las empresas al grupo al que pertenece. Este
sistema tiene ventajas por la fortaleza de la unión pero también tiene defectos
porque la falta de autonomía puede hundir todo un conjunto (Keiretsu)
Empresa-trabajador: Las empresas protegen a sus trabajadores (su moral así lo indica) y los
trabajadores deben servir a su empresa casi como si fuese su familia, es decir,
existe un nexo más moral que el típico contrato de trabajo occidental, se trata
de un pacto “entre caballeros” un pacto de lealtad. Por eso los empleos suelen
“ser de por vida”, no porque sean “funcionarios” si no porque es un compromiso
moral de la empresa hacia el trabajador y viceversa. El compromiso moral es tal
que si una empresa tiene exceso de personal intentará hasta la desesperación
recolocar a sus trabajadores sobrantes entre las empresas de su Keiretsu.
Tampoco los salarios se retribuyen según “la valía” pues eso es algo que se da
por asumido, el salario sube en función de la antigüedad. Con esto, además, se
evitan los trabajadores “trepas” que intenten subir a costa de cualquier cosa e
intenta dar a entender que cada cual ascenderá a su debido tiempo.
CLIENTE-PROVEEDOR
Es otro punto muy interesante de la cultura empresarial japonesa.
Seguramente el lector sabe de los problemas actuales entre la escudería de F1McLaren y los motores Honda. Desde el punto de vista occidental es muy difícil
entender por que McLaren no manda “a paseo” a Honda. Desde el punto de vista
japonés no es tan sencillo.
Los japoneses entienden la subcontratación como una relación a largo
plazo. La empresa proveedora tiene unos lazos muy fuertes con la empresa
cliente, lazos también económicos. Lo que se busca es la estabilidad a largo
plazo y la colaboración a “infinito”. No me interesa un proveedor que me pueda
dar esto más barato, lo que me interesa es una relación de confianza, con
ingenierías que trabajen a la par para lograr un objetivo común. De aquí surge
el tema tan “de moda” en los años 80 de la producción ajustada que puso a
Toyota en la vanguardia mundial. Su modelo se estudiaba en las mejores
universidades y sus estadísticas de productividad dejaban al borde del ridículo
las occidentales. Un modelo que si bien los occidentales empezaron a admirar en
los 80 en realidad desde los 70 ya funcionaba en algunas empresas japonesas,
con Toyota a la cabeza.
Kaizen o mejora
continua
El modelo de Toyota consistía en que cualquiera de sus fábricas se
rodeaba de sus proveedores. Así apenas tenían stocks y los materiales llegaban justo a tiempo a la cadena de montaje.
El modelo ha sido estudiado y copiado. En general se puede decir que el sistema funciona muy bien. Sería totalmente injusto cuestionar una filosofía, un modelo de funcionamiento, una cultura productiva, por el análisis de una empresa (quizá sea conveniente leer aquel post sobre cliente-proveedor de hace unos meses)
El modelo ha sido estudiado y copiado. En general se puede decir que el sistema funciona muy bien. Sería totalmente injusto cuestionar una filosofía, un modelo de funcionamiento, una cultura productiva, por el análisis de una empresa (quizá sea conveniente leer aquel post sobre cliente-proveedor de hace unos meses)
En fin, que termino pidiendo al lector entendimiento, que esto solo es un pensamiento en "voz alta" de alguien que se define "projaponés" en la forma de entender la relación empresa-trabajador y que desde hace días le ronda la cabeza la filosofía Zen, los airbags de su coche y alguna gilipollez más.