Azufradora espolvoreadora ¿cuantas horas al año la usas? |
Desde
que se me ocurriese (en realidad no fue a mi) la idea de abrir este blog de
maquinaria agrícola y “algo más” he tenido experiencias muy buenas con algunos
lectores que me aportan sus opiniones. Una de estas experiencias es la que
ahora intento desgranar y es la opción de la copropiedad en la adquisición y
mantenimiento de las máquinas.
LA COPROPIEDAD
Una
forma de reducir costes e inversiones es la copropiedad en maquinaria agrícola.
En realidad el modelo es muy antiguo y está extendido en el mundo rural con más
o menos éxito.
La
idea es comprar entre varios agricultores algunas máquinas que suelen ser
aquellas que se usan pocas horas anuales: sembradoras, aperos muy específicos
como los rulos compactadores, los “topos”, abonadoras… todas ellas máquinas que
se usan pocas horas a lo largo de la campaña. Verá el lector que todas las
máquinas que he nombrado no son autopropulsadas pues son las más generalmente
aceptadas en régimen de copropiedad, pero también es muy común la cosechadora o
la vendimiadora.
La copropiedad es práctica habitual entre agricultores
amigos pero se basa más en un trato sustentado por la amistad y que en
bastantes ocasiones se aborta por muchos motivos. Lo que yo propongo por tanto no
es nada nuevo pero si regularlo mejor.
La idea es reducir los costes derivados del uso de la
maquinaria al reducir la inversión y compartir los gastos de mantenimiento.
Además de esta forma ese conjunto de agricultores pueden optar a máquinas con
una especificación mas completa.
La clave del éxito en la copropiedad es disponer de unas
normas claras de utilización y que en función del clima y las condiciones de
cultivo habrá muchas ocasiones donde se deberán tomar las decisiones día a día.
Además se deberá tener un acuerdo pactado de cómo se disuelve la propiedad conjunta
en caso de desacuerdo o por extinción de la actividad a un socio y el precio en
el momento de la extinción.
Abonadora surcadora |
LAS
VENTAJAS
La ventaja más llamativa es que se reparten los costes
entre los socios. Y aquí es donde se descubrirán diferentes formas de
implementar la
copropiedad. La manera más habitual es hacerlo de forma
equitativa entre los socios, pero también se pueden hacer por la superficie que
cada cual tiene en el uso de esa máquina o bien por las horas de uso o fijar
una comunidad de bienes que a la postre es una empresa formada por uno o varios
socios.
Reparto
equitativo: Es, como ya he dicho, la forma más habitual.
Cada propietario usa la máquina con su propia mano de obra y con su propio
combustible. Los gastos de reparación, financiación, seguros también se dividen
de forma equitativa.
Reparto
proporcional: Cuando hay un propietario, o varios de ellos,
que disponen de muchas más hectáreas que otros entonces la fórmula de la “equitatividad”
puede que no funcione y hay que buscar otro marco de actuación. En este caso lo
más habitual es efectuar la división de gastos por superficie. Por ejemplo si
compro una segadora ensacadora para lentejas y siembro 50 ha y otro socio 100 ha pues parece más
lógico que los gastos se
Despuntadora |
dividan en 1/3 para el primer socio y 2/3 para el
segundo.
Participación
diferente: Es un caso un poco más complicado que el del reparto
proporcional. En este caso lo ideal es implementar un sistema donde los socios,
2 o más, tienen una cuenta de resultados exclusiva para la máquina o máquinas
en copropiedad.
En este caso los socios tienen participaciones diferentes
pero es que además usan la máquina en proporción diferente a su participación
(por ejemplo uno de los socios puede poseer solo un 30% de copropiedad pero
puede usarla un 60 % porque hace trabajos a terceros o ha incrementado su
superficie) Una posible solución es que los gastos debidos a depreciación o
intereses por la inversión los pague cada propietario en proporción a la
inversión original pero luego lo que son gastos de mantenimiento y seguros,
alojamiento, etc. los pague cada propietario por el uso que le da a la máquina,
es decir, por ejemplo se pone una cantidad por hectárea trabajada. Estos
ingresos van a la cuenta común de la copropiedad. Al cierre del ejercicio los excesos
o déficit de la cuenta se traslada al siguiente año o se reembolsa en
proporción al uso real de cada propietario.
Comunidad
de bienes: Es una forma muy sencilla de asociación de autónomos.
La CB se forma para un proyecto concreto. Cualquier gestoría de régimen de
autónomos dispone de suficiente información para asesorar en el proceso de
constitución y manejo de la CB.
La CB es un acuerdo privado entre autónomos que se llaman
socios comuneros y que mantienen su condición de autónomos. La gran ventaja es
la sencillez de la gestión que es prácticamente la misma que la de ser
autónomo.
Enterrador de estiercol |
En la CB se debe detallar bien la actividad del negocio y
lo que aporta cada comunero (dinero o bien la máquina si ya estaba comprada por
uno de ellos) también se debe fijar la participación de cada comunero y lo más
recomendable es subir a escritura pública el acuerdo. Una CB tiene su propio
CIF y se debe estar dado de alta en el I.A.E.
Los socios comuneros usan la máquina para su propio
servicio o para terceros. En cualquier caso las horas de uso deben tener un
precio prefijado e ir haciendo los ingresos en cuenta y la emisión de facturas
correspondientes. El hipotético pago de impuestos y declaraciones es idéntico
al ya seguido como autónomo.
Rotoempacadora |
Todo el post está muy bien, la cooperativa a la que pertenecemos tiene las máquinas de tirar abono por un pequeño alquiler y diré con tantas manos están de pena.
ResponderEliminarPero como dice un refrán castellano "Las a medias no son buenas ni con la mujer. "
Llevas razón con el estado de algunas máquinas en régimen de cooperativa pero es porque el sistema no está bien gestionado pues hay multitud de ejemplos de todo lo contrario y además con máquinas de alta precisión como por ejemplo sembradoras monograno píldorada para remolacha. Creo que hay que insistir en este sistema u otros similares porque de otra forma o contratas el servicio o no veo la posibilidad de amortizar la inversión
ResponderEliminarUn saludo
Yo tenía un rodillo con varios "amigos" y al cabo de cuatro años estaba para la chatarra. Llevo siete años con uno que me compré para mi solo y creo que me va jubilar.
ResponderEliminarHola, creo que si se puede hacer, pero a nivel de cooperativa grande, como es el ejemplo de la de Mota del Cuervo y la de Las Pedroñeras, que tienen casi de todos los aperos y el que los enganchan pagan un alquiler, luego al entregarlo hay una persona que se encarga de su mantenimiento en colaboración con un taller de herrero o mecánico, pero se consigue tener de casi todos los aperos.
ResponderEliminareste blog cada día me gusta mas las ultimas entradas buenísimas helio
ResponderEliminaral grano, creo que el sistema que mas me convence de trabajar en comun es el de las CUMAs en francia y me pregunto porque desde las diferentes y variadas administraciones epañolas no se lo curran nada para incentivarlas ¿alguien sabe algo?
salud y relax
avenoloko
Hola, disculpa que no te haya contestado antes pero estoy de "vendimia" y sin acceso a internet salvo un mal teléfono y algún ordenador olvidado en alguna vieja biblioteca.
EliminarNo sé nada de las CUMAs francesas pero lo investigo porque parece interesante.
Un saludo