Triturado de sarmientos e incorporación al terreno |
España con su casi millón de hectáreas de
viñedo, el país con más extensión de viñedo del mundo, es capaz de generar millones
de toneladas de sarmientos.
¿Qué se hace con esa enorme fuente de
energía? ¿se aprovecha de alguna forma?
La realidad es que la mayoría son quemados en
el campo, en las lindes de las propias viñas.
La ventaja de ser quemados es evitar
enfermedades. Efectivamente el fuego es una forma de profilaxis sanitaria de
diversas enfermedades e incluso plagas.
La desventaja está en despilfarrar una
cantidad enorme de energía (la Asociación
Española de la Biomasa, Avebiom, la calcula en el
equivalente a más de 800 millones de litros de gasóleo)
Así que el reto queda en intentar aprovechar el valor energético sin comprometer la salud de las vides.
EL
SARMIENTO COMO FUENTE DE BIOMASA
Cantidad
de biomasa
Por término medio una cepa puede dar en torno
a 1-1,5 kg de sarmiento seco. Esto significa, que por hectárea, se pueden
recoger desde 2000 a 3500 kg de sarmiento seco y que considerando ese millón de
hectáreas del viñedo español significa, “números gordos”, alrededor de 2,5
millones de toneladas de sarmientos cada año.
La verdad es que el sarmiento como subproducto
es muy valorado en la España rural. Por una parte como leña para alimentar las
lumbres de todavía muchas casas rurales, por otra para propiciar una brasa
inigualable para carne a la brasa o incluso también para algunos hornos
tradicionales de pan que lo usan como reclamo de su calidad diferenciada.
El poder calorífico del sarmiento no es
pequeño (según datos consultados ronda los 4000 kWh/Tn con una densidad próxima
a los 160 kg/m3)
Algunos “números gordos”: Del
viñedo español se podrían obtener alrededor de 2,5 millones de toneladas de
sarmientos cada año, con un poder calorífico de 4000 kWh por tonelada. Lo que viene a ser 350 litros de gasóleo por tonelada de sarmiento.
El precio a cliente final ronda los 45-50 € la tonelada de pellets de sarmiento
Sarmiento quemado en el terreno: El viticultor en la mayoría de los casos por los inconvenientes de su recogida y por la tradición existente amén de la idea generalizada de que el “sarmiento transmite enfermedades” solicita el permiso a la Administración para su quema en las lindes.
La quema del sarmiento es, evidentemente, una pérdida de energía, pero también es una forma de emitir calor y dióxido de carbono, CO2, a la atmósfera.
Barbacoas:
El
sarmiento es un bien inigualable en la tradición gastronómica de algunas
tierras vitícolas. En absoluto es lo mismo unas chuletas de lechal a la brasa
de sarmientos que de otras maderas como el pino o la olivo; tampoco es lo mismo
unas morcillas o un lechazo asado sobre esta madera anual.
Fuegos
tradicionales y calefacción: Una imagen tradicional de
nuestra cultura rural han sido los fuegos, hogares, en nuestras casas. La
existencia de 1 o 2 lumbres que durante todo el día ardía lentamente en los
hogares y servían no solo para calentar los aposentos si no también para
cocinar las comidas en nuestros pueblos. Otra forma de usar esa energía eran
las “glorias” que procedían de antiguo y todavía no ha sido superada su confort.
MAQUINARIA
PARA EL APROVECHAMIENTO DEL SARMIENTO
Una serie de máquinas se deben seguir en su
labor para conseguir llevar el sarmiento hasta un formato fácilmente
aprovechable.
Si la viña está formada en vaso, lo habitual es
cortar el sarmiento durante la labor de poda. En cambio si el viñedo está en
formato de espaldera entonces es más habitual pasar la prepodadora.
Prepoda: La
prepoda permite dejar los sarmientos a una altura de 15 ó 20 cm,
troceando el resto del sarmiento y tirarlo al suelo. Con esta labor ya se puede
barrer y triturar los sarmientos sin esperar a la posterior labor de poda.
Las prepodadoras trabajan sobre una línea,
siendo lo más habitual montarlas en la delantera del tractor. Su funcionamiento
se basa en unos discos de eje vertical que cortan el sarmiento, troceándolo y
dejándolo caer al suelo. Son máquinas simples y ligeras que están accionadas
por motores hidráulicos de fácil mantenimiento que se colocan sobre un chasis
oscilante o pendular que le permite adaptarse a la posible inclinación de los
postes. La velocidad de trabajo es de unos 7 km/h Disponen
de altura de corte modulable (bien aumentando el número de discos o bien
modificando intervalo entre ellos) así como detección electrónica y apertura
automática al detectar el poste.
Barredoras: Pasada la prepodadora e incluso realizada la poda, los restos de los sarmientos que se encuentran sobre el suelo son hilerados en un cordón central.
Prepodadora en disposición delantera lateral |
Las barredoras disponen de dos cabezales
movidos por motores hidráulicos que mueven los cepillos. Lo habitual es
colocarlas en el frontal del tractor. Los “cepillos” están fabricados con
cerdas de nylon o más comúnmente con cable trenzado o incluso paletas de caucho.
Son fáciles de adaptar a cualquier tractor y
regulables, hidráulicamente, en anchura (desde 1,80 a 3,00
m) y también en altura. También un variador de velocidad
para regular el régimen de giro de los cepillos barredores.
Triturado
o empacado
Una vez barrido el sarmiento y formado el
cordón central se puede optar por triturar en la calle y recoger los restos o
incluso arrastrar los sarmientos a las cabeceras y triturar allí.
Trituradora-recogedora |
Otra opción es optar por el empacado.
Empacadoras especiales, para pasar por las calles de 3 m hacen pacas de
sarmientos.
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Pellet de sarmiento (Foto Athisa) |
Muy interesante y un problema real no solucionado
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